martedì 15 maggio 2012

Situación De La Macro-Cárcel De Zaballa

Datos sobre la situación en la macrocárcel de  Zaballa y en la cárcel de Nanclares de la Oca, ambas en Iruña de Oca-Alava. 13 de mayo 2012 , Salhaketa Araba.
Este informe actualizado y ampliado, a partir del primero elaborado y hecho público hace dos meses. Será presentado en la comparecencia de nuestra asociación ante la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco que se ha dirigido a nosotros para pedirnos información después de la visita que ésta comisión realizó al nuevo penal de Zabaia (Iruña de Oca). Es una valoración tras cinco meses desde que comenzó su ocupación con el traslado de gran parte de la población presa encarcelada en la otra prisión del municipio de Iruña de Oca.
En primer lugar hemos de recordar que la nueva cárcel en Zabaia nos ha costado 116 millones de euros ya que ha sido construida con dinero público. Con su edificación, se han beneficiado empresas nacionales y multinacionales privadas. Además su costo de mantenimiento es de aproximadamente 40 millones de euros anuales. Se construyeron cárceles sin previsión de los recursos humanos y materiales necesarios para mantenerlas (gastos corrientes, personal, mantenimiento y reposición de equipamientos e infraestructuras, etcétera).
Ahora con los recortes del gasto público las prisiones recién edificadas o en fase de construcción resultan inviables. La actual Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha decidido que no se van a construir los CIS (que es por donde en primer lugar se tenía que haber comenzado) así como la paralización de las macro-cárceles cuya edificación no ha sido iniciada como es el caso del reclusorio de Zubieta en Donostia-San Sebastián.
A fecha de hoy no solo no se ha cerrado la cárcel de Nanclares de la Oca sino que ha empeorado la situación de las personas recluidas en ella en situación de tercer grado que se encuentran abandonadas. Además siguen residiendo en las viviendas dentro del recinto penitenciario funcionarios de prisiones que ahora trabajan en la nueva. La mayoría de las personas presas en tercer grado cumpliendo condenas son residentes o tienen arraigo en Bizkaia por lo que lo lógico hubiera sido ubicar un CIS en este territorio.
A fecha de hoy según diversas fuentes que hemos podido contrastar (personas presas, familiares y entidades de denuncia y apoyo), existen graves carencias fruto de las condiciones de encarcelamiento que se dan en este centro de reclusión que ya denunciamos antes de su construcción y que ahora constatamos.
A continuación describimos algunas que no son sino un botón de muestra y un exponente de las nefastas condiciones de encarcelamiento en las que se encuentran las personas recluidas en Zabaia lo cual resulta especialmente preocupante si tenemos en cuenta que todas éstas situaciones de agravarán a medida que la prisión se vaya primero llenado y después como ocurre hasta la fecha en todas la nuevas prisiones inauguradas durante los últimos años, se vaya masificando y hacinando.
Algunas de las quejas y carencias aquí recogidas coinciden con las del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la propia Secretaría General de Instituciones Penitenciarias que en el informe que adjuntamos, realizado por sus técnicos los días 14 y 22 de febrero indican algunas de las deficiencias (riesgos de caída de personas, de caída de objetos por desplome, goteras y humedades en lugares donde existen equipos eléctricos, riesgos relacionados con incendios, atropellos, golpes o choques contra vehículos, condiciones ambientales deficientes, problemas de orden y limpieza, etcétera).
  1. 1. SITUACIÓN EN LOS MÓDULOS Y EN LAS CELDAS
En la actualidad hay en los dos penales un total de más de 700 personas presas. Unas 100 en tercer grado de cumplimiento en Nanclares de la Oca y el resto en Zabaia. Hay un total de 11 módulos: 4 de ellos estás sin utilizar (3 ordinarios: M1, M2 y M7 y el módulo para presos en primer grado). 2 son para mujeres presas: M9 y M10. 5 para hombres (3 de ellos ordinarios M3, M4 y M5 y 2 de ellos son módulos llamados de respeto: M6 y M8).
Hay módulos de hombres donde ya hay más de100 presos y a medida que se acerquen a ser 140 dado que se están poco a poco trasladando más presos sin abrirse nuevos módulos los problemas de convivencia provocados por la masificación se acentuarán.
Algunas personas presas nos han comentado que los módulos ordinarios son como micro-cárceles de aislamiento, con un régimen de primer grado encubierto, ya que toda la vida se desarrolla en el módulo y son muy escasas las salidas a otros departamentos, todas las asistencias y actividades de desarrollan dentro de cada módulo (visitas médicas, de educadores, de voluntarios, etcétera) siendo excepcional el uso de los módulos construidos y destinados para actividades socio-culturales, laborales, sanitarias y de rehabilitación.
También se quejan de la desaparición de objetos personales que a raíz del traslado del penal de Nanclares al de Zabaia no pudieron llevar consigo. Ponen como ejemplo libros, documentos y las televisiones que eran de ellos, como en la nueva prisión hay instaladas de serie en las celdas no les permitieron llevarlas y ahora no se les devuelven.
A pesar de haber espacio de sobra aún, muchas celdas están ocupadas por dos personas debido a la falta de personal en el centro y para facilitar el trabajo al personal de vigilancia. Ya hemos indicado que existen módulos sin utilizar, cerrados.
Las celdas tienen 1 metro cuadrado más que en la vieja pero no cambia la falta de intimidad, la deprivación sensorial por la falta de colores (todo cemento gris), la ducha con pulsador, los wáteres sin puerta para facilitar el control visual, el trato totalmente impersonal, la presencia de una TV en cada celda para tener a los presos aislados y viendo la televisión.
Escasa iluminación natural en las celdas a lo largo del día debido a la ubicación de la cárcel, cuestión preocupante si tenemos en cuenta que es el lugar donde habitualmente pasan en tiempo. En general tanto en las celdas como en el resto de espacios de la prisión se utiliza mucha luz artificial con los costos que esto acarrea.
  1. 2. VIGILANCIA Y TRATO POR PARTE DE LOS FUNCIONARIOS
Los patios tienen unas paredes verticales impresionantes, mucho más altas que el otro centro. Prima la obsesión por la seguridad tal y como se puede constatar por la presencia de cámaras en todas partes: en el comedor, en los patios, en las garitas, en los pasillos, en los baños, etcétera). Se prioriza la contención y vigilancia por encima de todo.
Se está centrando casi todo en los módulos (visitas medicas, visitas de los educadores, visitas de voluntarios, etcétera). Así, las personas que no tienen destino, no salen para nada del modulo. No pueden salir de los módulos para ciertas actividades, con lo que en unos casos dificulta la realización y en otros impide el acceso de las mismas: maestros, atención religiosa, etcétera. En general las personas presas, familiares y personas consultadas que trabajan allí consideran que todo resulta muy inhumano, impersonal y lo ejemplifican con diversos datos.
Las lunas están tintadas en todos los cristales. Al entrar a la prisión, para hablar con el funcionario, has de hacerlo a través de una ventanilla minúscula, no existiendo apenas contacto visual. Los funcionarios están metidos en urnas de cristal-espejo y te comunicas a través de una ventanita de 30 por 10 centímetros, obligándote a agacharte y levantar la vista para hablar. La altura de la garita para la comunicación entre la persona presa, las visitas y el funcionario es incómoda, no se ve al funcionario. El trato con el funcionariado es más frío e impersonal. No tienen contacto con ellos. La estructura de la garita está hecha para recordar a la persona que se dirige al funcionario quién es la autoridad y genera una sensación de desamparo y sometimiento, de incomunicación.
Las garitas de control están con espejos oscuros, dando la sensación de estar todo el tiempo vigilado. Existe poco contacto entre las personas presas y el funcionariado y ninguno entre los distintos módulos.
Sigue siendo difícil contactar con el equipo de Tratamiento. No hay posibilidad de utilizar las nuevas tecnologías para facilitar la comunicación.
Las cocinas están en un edificio distinto a donde se sirven. No tienen calefacción debido a normativas de seguridad. Los carros tienen que pasar por el recinto abierto, con lluvia, frío, etcétera, llegando incluso a mojarse las personas presas que los llevan y la comida que no va en los termos (pan, yogures, etcétera). En el caso de los presos recluidos aún en Nanclares muchosd de los que salen en régimen abierto optan por traerse la comida. La comida a esta prisión llega desde el penal de Zabaia.
La lavandería tiene problemas con las máquinas. Se recoge alternativamente una vez a la semana la ropa de vestir y la semana siguiente la de cama y aseo, no permitiéndose tener sabanas y toallas propias que se cambian cada quince días. La ropa interior no se recoge y la tienen que lavar a mano y secarla como puedan en la celda.
  1. 3. TRANSPORTE Y ACCESIVILIDAD A LA CÁRCEL
La actual macro-cárcel, está aún más aislada de la sociedad que la anterior. Está en un monte y la su estructura no es la más adecuada para el clima de ésta zona. Empezando por la zona de construcción y siguiendo por cuestiones tales como espacios muy amplios, corrientes y el difícil  acceso.
Centrándonos en esta última cuestión, efectivamente es de muy difícil accesibilidad, sobre todo en invierno, con nieve, presente debido a la alta pendiente de las carreteras de acceso serias dificultades y riesgos. No existe ninguna manera para subir al centro penitenciario mediante transporte público para las visitas de las familias, o para las personas presas que salen de permisos o en libertad.
Al no haber servicio de autobuses ni ningún tipo de transporte público, quien no tenga vehículo privado para ir al centro o para recogerle al salir la única posibilidad con la que cuenta es pagar un taxi. Ida y vuelta suponen 50 euros. Y esto hace que muchos familiares no puedan permitirse el lujo de ir a visitarles allí o tengan que hacer un esfuerzo económico muy grande cuando en la mayoría de los casos son familias pobres y con escasos recursos económicos para vivir.
Lo que podemos constatar es que la ubicación del centro tal y como se denunció es nefasta. Si el anterior Centro Penitenciario estaba alejado de la ciudad, el nuevo Centro está aún más alejado y esto dificulta la comunicación y relación social de las personas presas con el mundo exterior.
El Departamento de Obras Públicas y Transporte de la Diputación Foral de Álava cuenta con presupuesto para mediante un convenio pendiente aún de suscribir  con Instituciones Penitenciarias facilitar la existencia de transporte público a la prisión de Zabaia. A nuestro juicio resulta incomprensible que aún no exista dicho transporte. La medida de parcheo ha sido dar servicio a la demanda desde Nanclares mediante un servicio de taxi desde Nanclares. La solución lógicamente sería considerar la prisión como un nuevo núcleo de población en el municipio y hacer que el transporte ordinario hacia y de Vitoria-Gasteiz pase por Zabaia. La solución para el problema de transporte para los presos aún recluidos en Nanclares a nuestro juicio pasaría por el cierre prometido de esa prisión.
  1. 4. USO DE LOS SERVICIOS SOCIO-CULTURALES, LABORALES Y OCUPACIONALES
A día de hoy el nuevo Centro Penitenciario no funciona al cien por cien. No hay talleres en funcionamiento, actividades aún sin comenzar y que no se sebe ni cómo ni cuándo se llevarán a cabo. Apenas tienen actividades ocupacionales y en cualquier caso menos que en la anterior prisión en la que se encontraban.
En el destino del taller que se trabaja para Fagor. Los trabajadores en prisión están en precario y pasan de 8 de la mañana a 5 de la tarde en un modulo sin ventanas, sin teléfono, comen allí por lo que la jornada laboral se hace pesada. Además acceder a estos talleres es un privilegio cuando el trabajo penitenciario resocilizador (art. 25.2 de la CE) está reconocido como un derecho.
El modulo socio-cultural está prácticamente inutilizado, con apenas actividades. La famosa piscina para fines terapéuticos no se utiliza se ve que la construyeron para ocultar como se vive en la cárcel y dar una imagen distorsionada de la vida real en prisión.
  1. 5. ENFERMERIA Y ATENCIÓN SANITARIA
El patio de enfermería es especialmente pequeño de tal modo que impresiona la sensación de asfixia y claustrofobia que produce.
El equipo médico es el mismo que en la anterior prisión, lo cual nos indica como ha quedado la asistencia médica para las personas recluidas en tercer grado en el otro centro.
En enfermería, hay ascensores, pero no funcionan. Sólo solicitando a los funcionarios la llave. Hemos de tener en cuenta que estamos hablando de una población usuaria en muchos casos con grandes discapacidades físicas.
  1. 6. SITUACIÓN DE LAS MUJERES PRESAS
Existen dos módulos para mujeres. El módulo 9 que funciona como “módulo de respeto para mujeres” y el módulo 10 donde se encuentran el resto, aproximadamente unas 80 mujeres presas.
El patio de mujeres al igual que el de enfermería es extremadamente pequeño generando la misma sensación de asfixia y claustrofobia. No tienen biblioteca ni perspectivas de tenerla y aunque disponen de un taller de ordenadores no tienen acceso a internet.
Manifiestan las mujeres presas su preocupación por la existencia de muchas más peleas que en la vieja cárcel, consideran que el funcionariado está peor y las presas también. No hay contacto físico con el funcionariado y eso estresa mucho. Muchas funcionarias de la vieja cárcel pidieron el traslado a otras cárceles porque no querían ir a la macrocárcel, unas 10 más o menos
En el departamento de mujeres sigue sin haber un módulo para madres con hijas e hijos a su cargo (menores de 3 años) por lo que a las presas residentes en la CAPV en esta situación se las sigue trasladando de prisión.
  1. 7. SITUACIÓN EN EL ANTERIOR CENTRO PENITENCIARIO DE NANCLARES DE OCA
Las presas y los presos en tercer grado permanecen en Nanclares de la Oca. Están en el antiguo departamento de mujeres de esta prisión con tan solo una dotación de un funcionario por turno. Todo el personal de vigilancia y técnico fue trasladado a la prisión de Zabaia por lo que todas las personas presas en Nanclares dependen para todo del nuevo penal (asistencia médica, alimentación, cuestiones administrativas, etcétera) encontrándose mezcladas categorías muy distintas de reclusos (hombres y mujeres, en diversas situaciones con respecto a las salidas diarias o de fines de semana, jóvenes y adultos, etcétera).
Las más de cien personas presas que aún se encuentra recluidas en situación de tercer grado en la prisión de Nanclares de la Oca, muchas de ellas sin salidas diarias o en régimen abierto, se encuentran en situación de abandono tras el traslado del resto de reclusos/as, personal de vigilancia, sanitario y de tratamiento al penal de Zabaia sin reestructurarse convenientemente los servicios para este reclusorio. La sensación de las personas allí recluidas de sentirse totalmente condenadas al ostracismo, sin servicios, sin actividades, etcétera.
Podemos destacar entre otras algunas situaciones que recogemos a continuación: el lote higiénico que daban mensualmente, (papel higiénico, productos para limpiar la celda, preservativos…) ya no se da. Lo tienen que comprar los/as internos/as. No hay calefacción. Hace un frío insoportable (ahora dicen que están empezando a ponerla). Se quejan también de la comida, de que no hay mucha variedad. Las instancias que dejan para solicitar permisos, revisiones u otras no llegan a tiempo o se extravían.
Cabe destacar por último que no hay personal sanitario (médicos, ATSs, etcétera) fueron trasladados a la otra prisión y en esta se han quedado desasistidos. En la prisión de Nanclares las personas que toman medicación se ven muchos días que no la tienen preparada. Pueden estar hasta varios días sin que se la den. En diversas ocasiones ha habido que desplazarse hasta la nueva prisión para que preparen la medicación de una persona que va a estar unos días de permiso y no la tenían preparada al salir.

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