Datos sobre la situación en la
macrocárcel de Zaballa y en la cárcel de Nanclares de la Oca, ambas en
Iruña de Oca-Alava. 13 de mayo 2012 , Salhaketa Araba.
Este informe actualizado y ampliado, a
partir del primero elaborado y hecho público hace dos meses. Será
presentado en la comparecencia de nuestra asociación ante la Comisión de
Derechos Humanos del Parlamento Vasco que se ha dirigido a nosotros
para pedirnos información después de la visita que ésta comisión realizó
al nuevo penal de Zabaia (Iruña de Oca). Es una valoración tras cinco
meses desde que comenzó su ocupación con el traslado de gran parte de la
población presa encarcelada en la otra prisión del municipio de Iruña
de Oca.
En primer lugar hemos de recordar que la
nueva cárcel en Zabaia nos ha costado 116 millones de euros ya que ha
sido construida con dinero público. Con su edificación, se han
beneficiado empresas nacionales y multinacionales privadas. Además su
costo de mantenimiento es de aproximadamente 40 millones de euros
anuales. Se construyeron cárceles sin previsión de los recursos humanos y
materiales necesarios para mantenerlas (gastos corrientes, personal,
mantenimiento y reposición de equipamientos e infraestructuras,
etcétera).
Ahora con los recortes del gasto público
las prisiones recién edificadas o en fase de construcción resultan
inviables. La actual Dirección General de Instituciones Penitenciarias
ha decidido que no se van a construir los CIS (que es por donde en
primer lugar se tenía que haber comenzado) así como la paralización de
las macro-cárceles cuya edificación no ha sido iniciada como es el caso
del reclusorio de Zubieta en Donostia-San Sebastián.
A fecha de hoy no solo no se ha cerrado
la cárcel de Nanclares de la Oca sino que ha empeorado la situación de
las personas recluidas en ella en situación de tercer grado que se
encuentran abandonadas. Además siguen residiendo en las viviendas dentro
del recinto penitenciario funcionarios de prisiones que ahora trabajan
en la nueva. La mayoría de las personas presas en tercer grado
cumpliendo condenas son residentes o tienen arraigo en Bizkaia por lo
que lo lógico hubiera sido ubicar un CIS en este territorio.
A fecha de hoy según diversas fuentes que
hemos podido contrastar (personas presas, familiares y entidades de
denuncia y apoyo), existen graves carencias fruto de las condiciones de
encarcelamiento que se dan en este centro de reclusión que ya
denunciamos antes de su construcción y que ahora constatamos.
A continuación describimos algunas que no
son sino un botón de muestra y un exponente de las nefastas condiciones
de encarcelamiento en las que se encuentran las personas recluidas en
Zabaia lo cual resulta especialmente preocupante si tenemos en cuenta
que todas éstas situaciones de agravarán a medida que la prisión se vaya
primero llenado y después como ocurre hasta la fecha en todas la nuevas
prisiones inauguradas durante los últimos años, se vaya masificando y
hacinando.
Algunas de las quejas y carencias aquí
recogidas coinciden con las del Servicio de Prevención de Riesgos
Laborales de la propia Secretaría General de Instituciones
Penitenciarias que en el informe que adjuntamos, realizado por sus
técnicos los días 14 y 22 de febrero indican algunas de las deficiencias
(riesgos de caída de personas, de caída de objetos por desplome,
goteras y humedades en lugares donde existen equipos eléctricos, riesgos
relacionados con incendios, atropellos, golpes o choques contra
vehículos, condiciones ambientales deficientes, problemas de orden y
limpieza, etcétera).
- 1. SITUACIÓN EN LOS MÓDULOS Y EN LAS CELDAS
En la actualidad hay en los dos penales
un total de más de 700 personas presas. Unas 100 en tercer grado de
cumplimiento en Nanclares de la Oca y el resto en Zabaia. Hay un total
de 11 módulos: 4 de ellos estás sin utilizar (3 ordinarios: M1, M2 y M7 y
el módulo para presos en primer grado). 2 son para mujeres presas: M9 y
M10. 5 para hombres (3 de ellos ordinarios M3, M4 y M5 y 2 de ellos son
módulos llamados de respeto: M6 y M8).
Hay módulos de hombres donde ya hay más
de100 presos y a medida que se acerquen a ser 140 dado que se están poco
a poco trasladando más presos sin abrirse nuevos módulos los problemas
de convivencia provocados por la masificación se acentuarán.
Algunas personas presas nos han comentado
que los módulos ordinarios son como micro-cárceles de aislamiento, con
un régimen de primer grado encubierto, ya que toda la vida se desarrolla
en el módulo y son muy escasas las salidas a otros departamentos, todas
las asistencias y actividades de desarrollan dentro de cada módulo
(visitas médicas, de educadores, de voluntarios, etcétera) siendo
excepcional el uso de los módulos construidos y destinados para
actividades socio-culturales, laborales, sanitarias y de rehabilitación.
También se quejan de la desaparición de
objetos personales que a raíz del traslado del penal de Nanclares al de
Zabaia no pudieron llevar consigo. Ponen como ejemplo libros, documentos
y las televisiones que eran de ellos, como en la nueva prisión hay
instaladas de serie en las celdas no les permitieron llevarlas y ahora
no se les devuelven.
A pesar de haber espacio de sobra aún,
muchas celdas están ocupadas por dos personas debido a la falta de
personal en el centro y para facilitar el trabajo al personal de
vigilancia. Ya hemos indicado que existen módulos sin utilizar,
cerrados.
Las celdas tienen 1 metro cuadrado más
que en la vieja pero no cambia la falta de intimidad, la deprivación
sensorial por la falta de colores (todo cemento gris), la ducha con
pulsador, los wáteres sin puerta para facilitar el control visual, el
trato totalmente impersonal, la presencia de una TV en cada celda para
tener a los presos aislados y viendo la televisión.
Escasa iluminación natural en las celdas a
lo largo del día debido a la ubicación de la cárcel, cuestión
preocupante si tenemos en cuenta que es el lugar donde habitualmente
pasan en tiempo. En general tanto en las celdas como en el resto de
espacios de la prisión se utiliza mucha luz artificial con los costos
que esto acarrea.
- 2. VIGILANCIA Y TRATO POR PARTE DE LOS FUNCIONARIOS
Los patios tienen unas paredes verticales
impresionantes, mucho más altas que el otro centro. Prima la obsesión
por la seguridad tal y como se puede constatar por la presencia de
cámaras en todas partes: en el comedor, en los patios, en las garitas,
en los pasillos, en los baños, etcétera). Se prioriza la contención y
vigilancia por encima de todo.
Se está centrando casi todo en los
módulos (visitas medicas, visitas de los educadores, visitas de
voluntarios, etcétera). Así, las personas que no tienen destino, no
salen para nada del modulo. No pueden salir de los módulos para ciertas
actividades, con lo que en unos casos dificulta la realización y en
otros impide el acceso de las mismas: maestros, atención religiosa,
etcétera. En general las personas presas, familiares y personas
consultadas que trabajan allí consideran que todo resulta muy inhumano,
impersonal y lo ejemplifican con diversos datos.
Las lunas están tintadas en todos los
cristales. Al entrar a la prisión, para hablar con el funcionario, has
de hacerlo a través de una ventanilla minúscula, no existiendo apenas
contacto visual. Los funcionarios están metidos en urnas de
cristal-espejo y te comunicas a través de una ventanita de 30 por 10
centímetros, obligándote a agacharte y levantar la vista para hablar. La
altura de la garita para la comunicación entre la persona presa, las
visitas y el funcionario es incómoda, no se ve al funcionario. El trato
con el funcionariado es más frío e impersonal. No tienen contacto con
ellos. La estructura de la garita está hecha para recordar a la persona
que se dirige al funcionario quién es la autoridad y genera una
sensación de desamparo y sometimiento, de incomunicación.
Las garitas de control están con espejos
oscuros, dando la sensación de estar todo el tiempo vigilado. Existe
poco contacto entre las personas presas y el funcionariado y ninguno
entre los distintos módulos.
Sigue siendo difícil contactar con el
equipo de Tratamiento. No hay posibilidad de utilizar las nuevas
tecnologías para facilitar la comunicación.
Las cocinas están en un edificio distinto
a donde se sirven. No tienen calefacción debido a normativas de
seguridad. Los carros tienen que pasar por el recinto abierto, con
lluvia, frío, etcétera, llegando incluso a mojarse las personas presas
que los llevan y la comida que no va en los termos (pan, yogures,
etcétera). En el caso de los presos recluidos aún en Nanclares muchosd
de los que salen en régimen abierto optan por traerse la comida. La
comida a esta prisión llega desde el penal de Zabaia.
La lavandería tiene problemas con las
máquinas. Se recoge alternativamente una vez a la semana la ropa de
vestir y la semana siguiente la de cama y aseo, no permitiéndose tener
sabanas y toallas propias que se cambian cada quince días. La ropa
interior no se recoge y la tienen que lavar a mano y secarla como puedan
en la celda.
- 3. TRANSPORTE Y ACCESIVILIDAD A LA CÁRCEL
La actual macro-cárcel, está aún más
aislada de la sociedad que la anterior. Está en un monte y la su
estructura no es la más adecuada para el clima de ésta zona. Empezando
por la zona de construcción y siguiendo por cuestiones tales como
espacios muy amplios, corrientes y el difícil acceso.
Centrándonos en esta última cuestión,
efectivamente es de muy difícil accesibilidad, sobre todo en invierno,
con nieve, presente debido a la alta pendiente de las carreteras de
acceso serias dificultades y riesgos. No existe ninguna manera para
subir al centro penitenciario mediante transporte público para las
visitas de las familias, o para las personas presas que salen de
permisos o en libertad.
Al no haber servicio de autobuses ni
ningún tipo de transporte público, quien no tenga vehículo privado para
ir al centro o para recogerle al salir la única posibilidad con la que
cuenta es pagar un taxi. Ida y vuelta suponen 50 euros. Y esto hace que
muchos familiares no puedan permitirse el lujo de ir a visitarles allí o
tengan que hacer un esfuerzo económico muy grande cuando en la mayoría
de los casos son familias pobres y con escasos recursos económicos para
vivir.
Lo que podemos constatar es que la
ubicación del centro tal y como se denunció es nefasta. Si el anterior
Centro Penitenciario estaba alejado de la ciudad, el nuevo Centro está
aún más alejado y esto dificulta la comunicación y relación social de
las personas presas con el mundo exterior.
El Departamento de Obras Públicas y
Transporte de la Diputación Foral de Álava cuenta con presupuesto para
mediante un convenio pendiente aún de suscribir con Instituciones
Penitenciarias facilitar la existencia de transporte público a la
prisión de Zabaia. A nuestro juicio resulta incomprensible que aún no
exista dicho transporte. La medida de parcheo ha sido dar servicio a la
demanda desde Nanclares mediante un servicio de taxi desde Nanclares. La
solución lógicamente sería considerar la prisión como un nuevo núcleo
de población en el municipio y hacer que el transporte ordinario hacia y
de Vitoria-Gasteiz pase por Zabaia. La solución para el problema de
transporte para los presos aún recluidos en Nanclares a nuestro juicio
pasaría por el cierre prometido de esa prisión.
- 4. USO DE LOS SERVICIOS SOCIO-CULTURALES, LABORALES Y OCUPACIONALES
A día de hoy el nuevo Centro
Penitenciario no funciona al cien por cien. No hay talleres en
funcionamiento, actividades aún sin comenzar y que no se sebe ni cómo ni
cuándo se llevarán a cabo. Apenas tienen actividades ocupacionales y en
cualquier caso menos que en la anterior prisión en la que se
encontraban.
En el destino del taller que se trabaja
para Fagor. Los trabajadores en prisión están en precario y pasan de 8
de la mañana a 5 de la tarde en un modulo sin ventanas, sin teléfono,
comen allí por lo que la jornada laboral se hace pesada. Además acceder a
estos talleres es un privilegio cuando el trabajo penitenciario
resocilizador (art. 25.2 de la CE) está reconocido como un derecho.
El modulo socio-cultural está
prácticamente inutilizado, con apenas actividades. La famosa piscina
para fines terapéuticos no se utiliza se ve que la construyeron para
ocultar como se vive en la cárcel y dar una imagen distorsionada de la
vida real en prisión.
- 5. ENFERMERIA Y ATENCIÓN SANITARIA
El patio de enfermería es especialmente pequeño de tal modo que impresiona la sensación de asfixia y claustrofobia que produce.
El equipo médico es el mismo que en la
anterior prisión, lo cual nos indica como ha quedado la asistencia
médica para las personas recluidas en tercer grado en el otro centro.
En enfermería, hay ascensores, pero no
funcionan. Sólo solicitando a los funcionarios la llave. Hemos de tener
en cuenta que estamos hablando de una población usuaria en muchos casos
con grandes discapacidades físicas.
- 6. SITUACIÓN DE LAS MUJERES PRESAS
Existen dos módulos para mujeres. El
módulo 9 que funciona como “módulo de respeto para mujeres” y el módulo
10 donde se encuentran el resto, aproximadamente unas 80 mujeres presas.
El patio de mujeres al igual que el de
enfermería es extremadamente pequeño generando la misma sensación de
asfixia y claustrofobia. No tienen biblioteca ni perspectivas de tenerla
y aunque disponen de un taller de ordenadores no tienen acceso a
internet.
Manifiestan las mujeres presas su
preocupación por la existencia de muchas más peleas que en la vieja
cárcel, consideran que el funcionariado está peor y las presas también.
No hay contacto físico con el funcionariado y eso estresa mucho. Muchas
funcionarias de la vieja cárcel pidieron el traslado a otras cárceles
porque no querían ir a la macrocárcel, unas 10 más o menos
En el departamento de mujeres sigue sin
haber un módulo para madres con hijas e hijos a su cargo (menores de 3
años) por lo que a las presas residentes en la CAPV en esta situación se
las sigue trasladando de prisión.
- 7. SITUACIÓN EN EL ANTERIOR CENTRO PENITENCIARIO DE NANCLARES DE OCA
Las presas y los presos en tercer grado
permanecen en Nanclares de la Oca. Están en el antiguo departamento de
mujeres de esta prisión con tan solo una dotación de un funcionario por
turno. Todo el personal de vigilancia y técnico fue trasladado a la
prisión de Zabaia por lo que todas las personas presas en Nanclares
dependen para todo del nuevo penal (asistencia médica, alimentación,
cuestiones administrativas, etcétera) encontrándose mezcladas categorías
muy distintas de reclusos (hombres y mujeres, en diversas situaciones
con respecto a las salidas diarias o de fines de semana, jóvenes y
adultos, etcétera).
Las más de cien personas presas que aún
se encuentra recluidas en situación de tercer grado en la prisión de
Nanclares de la Oca, muchas de ellas sin salidas diarias o en régimen
abierto, se encuentran en situación de abandono tras el traslado del
resto de reclusos/as, personal de vigilancia, sanitario y de tratamiento
al penal de Zabaia sin reestructurarse convenientemente los servicios
para este reclusorio. La sensación de las personas allí recluidas de
sentirse totalmente condenadas al ostracismo, sin servicios, sin
actividades, etcétera.
Podemos destacar entre otras algunas situaciones que recogemos a continuación: el lote higiénico
que daban mensualmente, (papel higiénico, productos para limpiar la
celda, preservativos…) ya no se da. Lo tienen que comprar los/as
internos/as. No hay calefacción. Hace un frío insoportable (ahora dicen que están empezando a ponerla). Se quejan también de la comida, de que no hay mucha variedad. Las instancias que dejan para solicitar permisos, revisiones u otras no llegan a tiempo o se extravían.
Cabe destacar por último que no hay
personal sanitario (médicos, ATSs, etcétera) fueron trasladados a la
otra prisión y en esta se han quedado desasistidos. En la prisión de
Nanclares las personas que toman medicación se ven muchos días que no la
tienen preparada. Pueden estar hasta varios días sin que se la den. En
diversas ocasiones ha habido que desplazarse hasta la nueva prisión para
que preparen la medicación de una persona que va a estar unos días de
permiso y no la tenían preparada al salir.
Nessun commento:
Posta un commento