El acaparamiento de
los recursos de todxs por una minoría privilegiada provoca desigualdad y
miseria. Las multinacionales de las potencias mundiales colonizan y
saquean impunemente los países subdesarrollados financiando en la sombra
las guerras que justifiquen la intromisión. Una vez allí, extienden sus
imperios forzando a su población a trabajar a precios de risa mientras
sus prácticas agotan sus acuíferos, destruyen sus minas, deforestan sus
selvas y envenenan sus mares, todo para mantener a flote una sociedad de
consumismo compulsivo que no produce para sobrevivir, sino para
mantener un cierto nivel de vida de gran rentabilidad para lxs que
mandan, basado en producir y consumir cosas que no necesitamos pero que
la publicidad ha creado para que llenemos el vacío que en nuestro
interior ha ido dejando la falta de objetivos y de incentivos en una
vida basada en currar y comprar mientras pasamos las horas muertas en
sucedáneos de ocio que reproducen también, al fin y al cabo, la misma
lógica de la explotación y la servidumbre.
En este
contexto, desde esos países arruinados comienzan a llegar a los nuestros
cantidades cada vez más grandes de inmigrantes, que movidxs por las
mentiras de los medios que pintan Europa y EEUU como el sueño de la
democracia próspera, deciden buscar aquí el futuro que nosotrxs les
robamos. Lxs pocxs que no mueren ahogadxs o que no son detenidxs,
torturadxs y deportadxs, cuando no encarceladxs en CIE’s (Centros de
Internamiento de Extranjerxs) o asesinadxs por la Frontex y otros
cuerpos represivos, se encuentran con que todo era mentira, y terminan
trabajando sin contrato, huyendo de la policía en las calles por no
tener papeles, son objeto de palizas por parte de ciudadanxs xenófobxs
y, en el mejor de los casos, terminan logrando los papeles, y acceden al
mismo nivel de vida miserable que el resto de esclavxs satisfechxs de
ese país, provocando que la situación se perpetúe ad eternum y que
aquellxs de sus semejantes que no tienen tanta suerte, sigan huyendo y
sufriendo el vilipendio del Estado y el expolio del Capital.
Las únicas
soluciones del poder (además de la persecución y hostigamiento ya
descritos) son regular el tránsito y la estancia de las personas
migrantes o establecer absurdos tratados que supuestamente mantienen a
raya los excesos de las grandes corporaciones en otros países, tratados
que, como el de Kyoto, nunca se cumplen y que fluctúan a golpe de
talonario y soborno mientras lxs teóricxs neoliberales justifican el
latrocinio patrocinado por los mass-media y su silencio cómplice. Esto
no soluciona nada, sólo permite que la situación siga empeorando
mientras se viste la indiferencia de falsa condescendencia mediante
hipócritas instituciones como por ejemplo la ONU, que continúa
legitimando las injusticias capitalistas mientras arroja arena sobre los
cadáveres de sus víctimas con discursos tan emotivos como oportunistas.
Entre todo
este caos, la extrema derecha aprovecha la ignorancia popular impuesta
por los buitres de los medios corporativos de “información” al respecto
de la realidad de la situación, para extender el odio racial y la
xenofobia amparados en un falso populismo que dice ponerse del lado de
la clase precaria española contra las políticas “socialistas”
(confundiendo interesadamente entre la socialdemocracia neoliberal del
PSOE y el socialismo real, y conste que yo no soy socialista, ni tampoco
creo que el anarquismo entre en el juego izquierdista) que han
permitido la entrada en el país de tantxs migrantes que les han “robado
el trabajo” a lxs ciudadanxs de a pié, dándoles “ayudas” (a mí me
gustaría saber, sinceramente, a qué se refieren exactamente los grupos
de ultraderecha cuando dicen que lxs migrantes reciben ayuda del
gobierno) y “excusando su delincuencia”.
De este modo,
embaucan a la clase precaria autóctona y ganan puntos para sus
propuestas de repliegue nacionalista y sus políticas de autocracia
conservadora y de patriotismo exacerbado y asqueroso.
Nosotrxs, como anarquistas y como personas con sentido común, tenemos claras varias cosas:
- Ninguna
persona es ilegal, tenga o no papeles y menos en un mundo donde hay
fronteras para las personas pero no para la explotación, la violencia o
las desigualdades sociales.
- Las
divisiones territoriales realizadas por los distintos Estados a lo largo
de la historia, y la clase de intereses a los cuales ésta responde, son
un reflejo del imperialismo y del patriotismo, dos realidades que
deberían haber desaparecido hace mucho pues sólo han traído guerras y
enfrentamientos en nombre de abstracciones estúpidas como lo son la
patria, el honor nacional o las razas (en tanto que elementos a exaltar o
discriminar, no en tanto que razas en sí, pues las razas existen, pero
ninguna tiene por qué estar ni por encima ni por debajo de cualquier
otra).
- No sobran
migrantes, sobran seres sin escrúpulos que destruyan sus vidas y sus
lugares de origen, así como ciudadanxs irresponsables y apáticxs que
consuman los productos de todas esas empresas genocidas aún a sabiendas
de las actividades que éstas llevan a cabo en otros países
(aprovisionamiento e impulso de gobiernos dictatoriales y colaboración
fáctica en campañas de propaganda para derrocar gobiernos
democráticamente instaurados que, pese a mis reticencias con la figura
gubernamental, se oponen activamente y con valor a la consolidación de
los planteamientos neoliberales que sirven de piedra angular a la
globalización del capitalismo occidental, financiamiento de las guerras,
explotación infantil, asesinatos y persecución de sindicalistas o
pueblos indígenas que obstruyen los proyectos y obras de las
corporaciones, destrucción del medio ambiente, explotación laboral,
violaciones constantes de las libertades y los derechos humanos más
fundamentales, utilización de grupos paramilitares a modo de sicarios
económicos… ¿sigo?).
- La
ultraderecha nunca se ha preocupado por el malestar popular salvo cuando
ese malestar les servía para vender su propaganda. La ultraderecha
siempre ha ido de la mano de la burguesía, y si no, echemos un vistazo a
la historia y a ver si alguien es capaz de mencionarme una sola
expresión de la extrema derecha que no contase con el beneplácito de la
burguesía o que, en caso de contar con aprobación popular, no hubiese
alcanzado esa aprobación mediante la falacia y el exterminio de toda
disidencia que por activa o por pasiva promoviese ideas contrapuestas
con el respectivo imaginario dominante.
- El
patriotismo es una enfermedad. Ninguna bandera representa a un pueblo,
lo único que representa es su sometimiento a una burguesía, sea esa
burguesía invasora o local.
- La xenofobia
es un “valor” intrínseco al funcionamiento de los Estados capitalistas.
La supuesta integración democrática de personas de otras razas, así
como también de disidentes del género, homosexuales y demás colectivos
en mayor o menor medida divergentes con lo que se puede considerar una
sociedad uniformizada, no es más que una ilusión que soslaye la
represión y el hostigamiento y los vuelva quirúrgicos, indoloros,
invisibles, para así disfrazar la represión de heterogeneidad y
pluralidad cuando lo único a lo que esas personas, insisto, en el mejor
de los casos, pueden aspirar, es a ser explotadxs y humilladxs día tras
día de la misma forma, por lo que esa homogeneidad persiste y lo que se
combate y reprime brutalmente es a quien, en su calidad de migrante, de
homo-trans-bisexual o de rebelde del género, de feminista o de artista
supuestamente crítico o crítica, osa ir más allá de lo establecido y se
pronuncia más allá de esa condición, cuestionando no sólo la represión
camuflada que, sutilmente, sufre por su condición de migrante, de putx,
de politoxicómanx, de presx, de desobediente, de mujer etcétera, sino
también la existencia en sí de la represión y de todos los mecanismos y
engranajes que la ejercen, consienten y perpetúan. No existe la
pluralidad, es mentira, igual que el resto de espejismos que configuran
la ilusión de la prosperidad y el avance dentro de este mundo
falsificado y representado por la publicidad y las ilusiones de
escaparate.
- La única
basura a eliminar de nuestras calles, de nuestras vidas y de nuestro
mundo sois lxs bastardxs fascistas que os aprovecháis cínicamente del
sufrimiento de gente inocente y que utilizáis la demagogia hasta el
punto de culpar a las víctimas de haber provocado los desastres globales
cuya única responsabilidad (y lo sabéis perfectamente, aunque entiendo
que no os interese reconocerlo) recae sobre esas élites cuya policía os
protege, cuyas políticas os favorecen y cuya construcción nacional
defendéis como estúpidxs con banderas e himnos.
Vosotrxs y vuestro asqueroso mundo sois el enemigo, no lxs migrantes.
http://vozcomoarma.blogspot.com/2012/05/de-como-la-extrema-derecha-se-aprovecha.html
Muerte al fascismo, a la patria, al Estado, al Capital, a la xenofobia y a toda forma de exclusión.
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