del prólogo del libro
SPK -Hacer de la Enfermedad un Arma (1997)
iatro-imperialismo
Estar
a la altura del tiempo, esto significa hoy en día el siguiente: La
industria más grande ya no es la que produce armas, ordenadores, coches o
naves espaciales. La industria más grande de hoy es aquella que
pretende producir salud, es decir una cosa que nunca ha existido y que
nunca existirá realmente, salvo como ilusión alimentando al nazismo en
todas sus variaciones pasadas y futuras (HEILwesen). El capitalismo saca
sus beneficios más altos de esta industria cimera y no está lejos el
día en que la mitad de la población del mundo occidental sea empleada o
en el hospital, o sea explotada allí como pacientes de los médicos
(Arzt-Patient) la otra mitad. Sistema rotativo. ¿Para divertirse?
Solamente para los gober-nadores planetarios respectivos (¡por Dios! -
Yo soy el Señor, tu médico, Moisés 2.15,26; en alemán: um Gottes
Willen!; en inglés: for HEAVEN’S sake!) o los gobernadores estelares.
Al
lector de las páginas siguientes no se le pide en absoluto que
considere la ex-presión antagonismo de clases como mero fósil marxista.
Hegel, el antecesor famoso de Marx, esperaba realmente la desaparición
del antagonismo de clases debido a la colonización, llevada a cabo por
una burguesía ascendente en el siglo XIX. Pero desde hace mucho tiempo
el antagonismo de clases ha vuelto, pero ya no a las fábricas gobernadas
por los sindicatos y por los jefes, sino a los hospitales gobernados
por los médicos, que someten y explotan a los pacientes y producen la
ilusoria mercancía salud en aquellas fábricas, a pesar de todos los
sindicatos, a pesar de todas las actividades de guerrilla.
Dicho
más generalmente: La enfermedad como especie* crea la especie humana o
la clase médica la aniquila para siempre (die Menschen-GATTUNG gegen
deren Zerstörungs- und EndlösungsKLASSE - la ESPECIE humana contra la
CLASE de los destructores médicos y de la solución final), esto es el
antagonismo de hoy y el único problema verdadero que hay que resolver.
Otra
vez: Pacientes unidos con la especie contra todos los especialistas de
miras estrechas (Patienten mit Gattungsbezug gegen Fachidioten jeder
Sorte).
* Especie = Gattung. Utilizando esta palabra, nos referimos sobre todo a Hegel.
Los
que pretenden que el antagonismo de clases ha desaparecido desde hace
mucho tiempo y que ahora muy de repente la especie humana tiene que ser
salvada (¿qué tiene que ser salvado? ¿Contra quién y contra qué tiene
que ser salvado qué?), como lo pretenden Gorbatschov y Dutschke igual
que Francis Fukuyama, mientras que mencionan la palabra "Gattung"
(especie) sólo por casualidad, todos ellos no tienen nada que ver ni con
el problema ni con la solución, pero tal vez el viejo HEGEL sí.
Recuerden que para HEGEL es exclusivamente la enfermedad que la
representa la especie al nivel de la humanidad y también, a saber
dialécticamente, el fracaso de la especie. Desde HEGEL también está muy
claro que el lograr la especie humana está vinculado con el cómo de
colectividades mientras que el fracaso de la especie humana, sufrido por
la persona aislada respectiva, está vinculado con el sistema médico que
- horribile dictu - está condenado para siempre al fracaso, desde sus
comienzos porque, en las palabras de HEGEL, deletreadas a mi propia
manera: "Krankheit ... das INDIVIDUUM, sich gleichsam mit sich selbst
beGATTEND", para añadir: .. unTEILbar unHEILbar. ("Enfermedad... el
INDIVIDUO apareándose (ESPECIE) en cierto modo consigo mismo", para
añadir: .. noSEPARABLE, noCURABLE).
El imperialismo sigue también
existiendo. ¡Y cómo! ¡Y dónde! Mientras tanto puedes olvidar el mapa
geográfico y todo lo que se asocie con esta expresión en los libros de
MARX y LENIN y puedes olvidar todo sobre libertad y totalitarismo,
dictadura y democracia (el final de la historia según Fukuyama).
Toma
el mapa médico y verás tu cerebro colonizado y gobernado por nombres
(¡y por los métodos médicos correlativos!) como Parkinson, Alzheimer,
Bleuler, etcétera, tu estómago por Billroth, tu cuello con los tiroides
por Basedow, tus músculos y tu comportamiento (quizá así llamado
histérico) por Charcot y Freud y relaciona todo eso con lo que los
marxistas han escrito sobre el imperialismo, entonces todavía lejos de
un así llamado mercado libre, y mira hoy el imperialismo alrededor de
los bancos de trasplantes. Un imperialismo que p. ej. trafica con
órganos de niños aquí y ahora, así como con países y pueblos lejanos,
como está descrito en los libros marxistas.
En los tiempos más
remotos existían mapas astrológicos en los cuales los gober-nadores de
tu cerebro tuvieron nombres como luna o cáncer, los gobernadores de tus
músculos se llamaron Marte, etcétera. Esos nombres antiguos sin embargo
represen-tan puertas de entrada todavía existentes y bancos de cambio
para otros demonios y diablos, poseyendo y obsesionando, que se
interesan por el imperialismo pero que son, con toda seguridad, enemigos
de todo tipo de revolución tanto cósmica como social (kosmisch-soziale
Revolution).
En el futuro existirán más y más grupos creados por
fuerzas especiales de enfer-medad, desarrollando individuación verdadera
(EMF, expansionismo multi-focal). Una fuerza especial de enfermedad es
la manía que, si está desarrollada colectivamente, actúa como una
especie musical (Musikgattungswesen, nicht harmlos), matando toda
disciplina, por trascendencia. Exactamente como un colectivo que
desarrolla sus adicciones corporales escogidas deliberadamente
(Körpersüchte) y practicadas cuerpo por cuerpo, porque entonces la
adicción es un arma mortal contra toda droga (y medicamento) y convierte
todos los cuerpos en una especie bien templada (Wärmekörper, wild), eso
por inmanencia. ¿Has dividido ya una melodía, el calor, una enfermedad o
cualquier otra especie? Naturalmente no, porque seme-jantes
individualidades son o individuos o divisibles, es decir no son
individuos.
Tal vez PLATON y BERGSON se han olvidado de mencionar en
su totalidad lo que es necesario ahora para posibilitar el hacer, y
Plutón, agrupando lo imponderable en el peso y el peso en lo
imponderable, por eso les tiene rabia y recurre a terremotos.
Sírvete de tus propias experiencias acerca de la enfermedad y pon la fantasía en acción.
De
esto se trata cuando uno se pregunta cómo estar a la altura del tiempo.
Hacer de la enfermedad un arma, esto es una primera mirada a un futuro
que queda por hacer, un futuro libre de (Endlösungs-)nombres,
gobernadores, fábricas de salud, etcétera. Nosotros lo llamamos
Utopatía.
Ha muerto el occidente,
enfermedad sigue haciendo frente.
Huber
SPK en español:
http://www.spkpfh.de/index_spain.html
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