martedì 17 aprile 2012

Entrevista al eco prisionero Eric McDavid.


La entrevista fue realizada por el ex-preso Jeffrey Luers.

Eric McDavid fue detenido en Enero del 2006. Una informadora a sueldo del FBI, “Anna”, creó un crimen e imabucó a Eric para que se involucrase en él. Fue acusado con un único cargo de “conspiración” . Eric no había llevado a cabo ningún tipo de acción, por lo que podría decirse que fue acusado de un “crimen mental”. Eric se negó a cooperar con el gobierno y decidió llevar su caso a juicio, pero este estuve plagado de errores. Eric fue finalmente condenado a 20 años de cárcel.

JEFF: Eric, fuiste acusado de conspiración para dañar o destruir propiedad pública o privada mediante un incendio. ¿Cómo ocurrió? ¿Qué fue lo que llevó a todo aquello?

ERIC: Lo que me llevó a ser acusado de conspiración para dañar y /o destruir propiedad gubernamental y comercio interestatal es una larga historia, pero la versión corta es que tras el instituto hice algunos currillos (sirviendo mesas, de camarero, carpintería...) En cada uno de ellos miraba a mis compañeros más mayores para ver cómo sería yo, posiblemente, en 10 ó 20 años, y lo que ví no me gustó, así que decidí volver a estudiar para tratar de encontrar otro camino. Me empecé a preparar para impartir clases de filosofía cuando comencé a involucrarme en el movimiento anti-guerra de las protestas contra la invasión de Irak. Tras la primera marcha en San Francisco el 25 de Octubre, no había vuelta atrás... lo que sentí entre aquella masa de gente que llenaba las calles alimentó mi corazón de una manera que no había experimentado desde que era un crío... Me uní a un par de grupos pacifistas y asistí a varios encuentros sobre cómo afrontar la represión de la policía, para poder ayudar con la seguridad durante las manifestaciones. Pronto me sentí desmotivado al descubrir que la gente y los grupos que organizaban las manifestaciones no solo se juntaban para “actuar para detener la guerra y terminar con las violaciones”, si no que eran una especie de vanguardia política. Aquello hizo que me desvinculase de ellos. Entonces empecé a ayudar en “Estudiantes por la paz”, y en una de las reuniones, vi a un chaval con pintillas haciendo un fanzine, pegando papeles, doblando hojas... Me acerqué y le pregunte si podía ver uno. Él, sin apenas levantar la cabeza me dio uno y me dijo que me lo podía quedar. La “portada” era un rostro femenino, con rastas metálicas y estas palabras: “Species traitor” (no recuerdo el número...) Lo primero que pensé fue: “que raro”, así que lo metí en mi bolsa para leerlo más tarde. Aquel fanzine fue mi primera introducción a la crítica social que yo consideraba auténtica y tenía mucho que ver con cómo me sentía yo en aquel momento. Después de aquello, los umbrales empezaron a aparecer por todas partes y comenzó mi auténtico viaje, recordando quien era yo.

J: Fuiste víctima de una informadora a sueldo del FBI. ¿Cómo consiguió “Anna” ganarse tu confianza?

E: Algunos pueden pensar que es una actitud naif, pero yo de manera natural y de todo corazón confío en todo el mundo, soy así. Así que “Anna” nunca se ganó mi confianza, solo la manipuló, movía las cuerdas que ella había tejido en mi corazón, como si fuese una marioneta siempre que me veía salirme del camino que ella ya había escogido...

J: Según el estado, tu eres un terrorista. ¿Cómo te hace sentir eso? ¿Eres un terrorista?

E: Podría decir que resulta embarazoso, casi cómico... he tenido que aguantar que un montón de tíos traten de encasillarme en alguna categoría, pero soy bastante bueno en salirme del redil de cada una de ellas.

J: En el movimiento ecologista hay mucha contención en cuanto a los chivatos y en cuanto cómo afrontar el problema. En muchos casos han vuelto a las comunidades de activistas y se les ha recibido con los brazos abiertos o han continuado recibiendo apoyo. ¿Cuál es tu opinión sobre los chivatos y cómo crees que la comunidad activista debería lidiar con ellos?

E: Mi opinión sobre los chivatos es que cada uno es único y debe ser tratado como tal... Para aquellos que causan un alto grado de daños, creo que la severidad del trato que reciban por parte de sus amigos y sus seres queridos ha de ser recíproco... algunos serán perdonados por algunas personas, pero la opción que tomaron nunca debe ser olvidada por nadie.

J: Habiendo sido acusado de planear una destrucción de propiedades, ¿Cuál es tu opinión en esa táctica? ¿De qué manera trabaja este y otros movimientos para conseguir un futuro mejor?

E: Mi opinión sobre la táctica de la destrucción de la propiedad es que todavía no he encontrado un argumento viable que la deslegitime... (recordando que el Acta de Sedición de 1917 aún ha de ser revocada) Hipotéticamente hablando, es posible que algunas de las personas que eligen utilizar la gran variedad de tácticas que existen tengan que encontrar una que sirva para “bailar todos juntos”... por ejemplo, si hubiese una acción realizada por gente anónima, aquellos que han estado trabajando en ese mismo tema de manera legal, con el público, podrían utilizar ese flujo de energía para sus propios fines, así como aquellos de las áreas circundantes... dejemos que sea un efecto onda y que los chavales puedan surfear la ola antes de que la roca golpee al agua...

J: ¿Cómo es tu vida diaria? ¿Nos podrías explicar un día normal en prisión?

E: Un día típico, bien. Me levanto a las 5 o 5 y media para hacer rotaciones conjuntas y una sesión de yoga kundalini... Nos dejan salir de las celdas de 10 a 6, yo suelo ir a la sala de noticias a leer el tablón (casi siempre con una taza de café) , a esperar el primer “movimiento de recreación” a las 6 y 20... Fuera me estoy ejercitando hasta las 8 menos cuarto, a las 8 hago hago una hora de yoga, luego de vuelta a la celda a tomar algo de desayuno, y a leer/ escribir / responder correspondencia/ realizar proyectos hasta que nuestra unidad es cerrada... Como ligero los martes y los jueves debido a las clases de yoga para principiantes que imparto por las tardes. Normalmente suelo estar fuera, en el patio hasta las 3, cuando nos vuelven a llamar... vuelvo a las duchas antes de ser de nuevo encerrados para el recuento de las 4. Cuando nos dejan salir a veces leo o juego al dominó hasta que nos cierran. Los lunes y los viernes salgo a hacer las pruebas de presión sanguínea y masa corporal, otros días voy a la biblioteca para tener un poco de espacio y tranquilidad... Tras eso, nos encierran a las 9 y cuarto y yo caigo rendido tan pronto como la puerta se cierra... el “día de la marmota”, ya sabes, prácticamente solo las visitas y el correo cambia.

J: ¿Qué es lo que más echas de menos de estar en libertad o, como a mí me gusta llamarlo, de estar en “custodia mínima”?

E: Lo que más echo de menos de la “custodia mínima” es la DIVERSIDAD de todo. Estar con mi pareja, con los árboles, con mi familia, con perros, niños, ríos, el océano, las estrellas... las putas estrellas, los lagos... no hace falta decir que podría seguir nombrando cosas un laaaaargo rato.

J: ¿Cuál es tu consejo para la siguiente generación de gente que quiere involucrarse en crear un cambio?

E: Mi consejo sería que se explorasen seriamente y que aprendan a saber quienes son, no quienes piensan que son, o quienes la sociedad o alguna contra cultura les dice que son, si no quienes son realmente... Aprended y explorad quien nutre lo que sois (ya sean humanos o no humanos), y escuchad a vuestro corazón y a aquellos que os nutran como personas. Todo lo demás vendrá solo tras eso...

J: Claramente no puedes contestar esto sin parcialidad, pero, ¿Cómo es de importante el apoyo a los presos en esta lucha y en otras?

E: Si, seré totalmente parcial... Creo que el apoyo a los presos es una de las facetas principales del mosaico del que todos formamos parte. Apoyando a los prisioneros de guerra, o presos políticos que se han mostrado contrarios a la cultura generalizada y compartiendo el apoyo, nos abrimos a nuevas relaciones que son integrales para alimentar el cambio.

J: ¿Tienes esperanzas de futuro? Y si es así, ¿qué es lo que te da esperanza?

E: Yo no lo llamaría esperanza, pero tengo la corazonada de que siempre habrá aquellos que elijan escuchar y seguir lo que les dicten sus corazones en lugar de la programación de nuestra vida diaria a la que nos vemos sometidos.

J:Y finalmente, ¿qué necesitas o quieres? ¿Qué haría que tu estancia en la cárcel fuese más llevadera?

E: ¿Qué necesito para hacer que estar aquí sea más llevadero? ¿Aparte de lo obvio?... No es algo fácil de contestar... La gente ha estado continuamente ayudándome con mis peticiones de material de lectura, que aquí dentro ayuda mucho, y de vez en cuando encuentro un ingreso sorpresa entre mis libros... aunque lo que más me preocupa es la carga monetaria a la que hace frente mi pareja por los gastos que conlleva venir a visitarme... Ah! Y siempre es agradable recibir fanzines y publicaciones.

Eric McDavid 16209-097
FCI Terminal Island
Federal Correctional Institution
PO Box 3007
San Pedro, CA 90731 USA

Página web de apoyo

http://www.lacizallaacrata.nuevaradio.org/index.php?p=451

Nessun commento:

Posta un commento