giovedì 12 aprile 2012

El ministerio de interior anuncia nuevas medidas represivas

La resistencia pasiva será considerada atentado a la autoridad, el “vandalismo”, terrorismo, y convocar manifestaciones por Internet “integración en organización criminal”

El ministerio de interior anuncia que el gobierno ha decidido reformar "en profundidad" el Código Penal, la Ley de Enjuiciamiento Criminal y la ley orgánica de protección de la seguridad ciudadana.

Tras la pasada huelga general del 29M el gobierno ya anunció que los delitos de “vandalismo callejero” se trataran con la legislación antiterrorista, como se viene haciendo con los casos de kale borroka en Euskal Herria. En este sentido cabe recordar que desde diversos movimientos sociales llevan años manifestando que Euskal Herria es un “laboratorio represivo” donde históricamente se han probado medidas represivas que más tarde serán llevadas al resto de puntos del estado.

Pero no sólo se endurecen las penas para lo que el gobierno considera “violencia”, también la llamada resistencia pasiva será considerada atentado a la autoridad. De esta forma participar en una sentada, encierro o encadenamiento tendrá penas de hasta 4 años de cárcel según esta nueva legislación.

En estas nuevas medidas también está en el punto de mira Internet, las redes sociales y la contrainformación, ya que según el gobierno convocar concentraciones o manifestaciones por Internet “que alteren gravemente el orden público” , o sea, cualquiera que no sea notificada o en la que haya disturbios, será considerado un delito de integración en organización criminal”.

Hace unos días el consejero de Interior de Catalunya, Felip Puig, pedía una reforma del código penal “para que la gente tenga más miedo al sistema”.

Estas son parte de las nuevas medidas que el gobierno anuncia para luchar contra lo que ellos consideran violencia. Claro que no consideran violencia casos como el de Xuban Nafarrete, de 19 años de edad, ingresado en la UCI con un derrame cerebral tras recibir un disparo de una pelota de goma a menos de 4 metros en la huelga del 29-M. O el caso del joven que ha quedado tuerto tras una carga policial en Barcelona ese mismo día. Tampoco consideran violento el reciente asesinato de Iñigo Cabacas a manos de la Ertzantza. O la violencia estructural, inherente y cotidiana del sistema capitalista.

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