venerdì 30 marzo 2012

es it - Panamá:El país está en guerra


“El país está en guerra”, fue lo que le gritó el agente de la Fuerza del Orden a un ex policía jubilado que, por casualidad, también era ngobe y protestaba contra la desposesión de las tierras ancestrales de su pueblo en San Félix, a principios de febrero pasado. A mediados de marzo, otro miembro de la Policía amenazaba a dos mujeres en La Chorrera diciéndoles que no le habían “enseñado a escuchar, sino a matar”.
Estas dos experiencias - y otros incidentes similares - están dando claros indicios de una creciente militarización de la llamada Policía Nacional panameña. La insubordinación reciente de un grupo de oficiales de la Policía frente al ministro de Seguridad Pública es otra señal. Más aún, es más preocupante cuando el presidente de la República avala lo actuado por la Policía y el ministro se retracta de sus declaraciones originales.



Los oficiales de la Policía panameña, así como los agentes, están siendo entrenados para tratar a la población como enemigos potenciales del Estado. Muchos de los oficiales, incluso, no tienen entrenamiento como policías y salen directamente de academias militares. Los policías, a su vez, son reciclados en academias norteamericanas, israelíes y colombianas para aprender tácticas represivas y de control militar.



En el libro que publicamos en 1990, La democracia en Panamá, planteábamos que el país no tendría un régimen político democrático si no se cumplían con, por lo menos, dos condiciones fundamentales: En primer lugar, las instituciones armadas del país – como eran la Guardia Nacional (1953-1983) y después las Fuerzas de Defensa (1983-1989) – no podían estar al servicio de una potencia extranjera (es decir, EEUU). Segundo, que era necesario distinguir claramente entre una policía al servicio de la comunidad y un ejército entrenado para rechazar y reprimir al enemigo.



Después de la invasión, EEUU se apoderó de la Policía Nacional y la convirtió en una herramienta en su política exterior hacia Panamá. Muchas de las funciones de adiestramiento se las delegó a las Fuerzas de Defensa de Israel. Con motivo de su campaña contra el “terrorismo” a escala mundial, EEUU comenzó a entrenar a la Policía panameña para cumplir con funciones militares combinadas con actividades de seguridad interna. En 2008, durante los ejercicios militares Panamax, en torno al Canal de Panamá, el Comando Sur de EEUU creó la consigna de que la policía panameña estaba en una guerra contra una supuesta “insurrección campesina e indígena” que ponía en peligro la estabilidad del país.



La presidencia de Martín Torrijos (2004-2009) introdujo elementos de confusión en las funciones de la Policía Nacional. ¿Evolucionaba para convertirse en Ejército o continuaría siendo un híbrido (“ni chicha ni limonada”)? Desde que el presidente Ricardo Martinelli asumió la primera magistratura, la militarización de la policía ha avanzado de manera más acelerada. Pero en vez de crear un Ejército para resguardar las fronteras o controlar nuestro espacio aéreo o aguas territoriales, se ha creado un aparato militarizado para controlar todos los aspectos relacionados con la vida política del país.



Las comunidades, las ciudades, las carreteras y las zonas rurales son objeto de un permanente resguardo militar. El policía confunde al ciudadano con un peligroso enemigo del Estado. A su vez, el soldado sigue órdenes en el campo de batalla frente a un enemigo formado por amas de casa, estudiantes, campesinos y trabajadores. La confusión está conduciendo al país a una situación de caos.



Actualmente, no es un secreto que EEUU controla los aparatos de seguridad del Estado panameño. El 31 de diciembre de 1999 evacuó sus tropas del país y cerró todas sus bases militares. Sin embargo, no abandonó sus puestos en los aparatos de seguridad del gobierno panameño. Además, hay cierta confusión en el Consejo de Seguridad Nacional en la medida en que los policías y soldados panameños no saben si las directrices de los aparatos de seguridad del Pentágono son más potentes que los provenientes del Departamento de Estado. Tampoco saben muy bien si las líneas de acción política que emanan de la CIA y de la DEA neutralizan los objetivos de los anteriores.



Es fundamental que los gobernantes desenreden los papeles que le corresponden jugar a policías y soldados en la estructura política del país. Esa misma confusión – creada por la política exterior de EEUU hacia Panamá - llevó al coronel Remón Cantera a la Presidencia en 1952, siguió con el golpe militar de 1968 y la invasión militar norteamericana en 1989. Todo indica que las debilidades de la clase política, de la incapacidad de los sectores medios y populares para poner orden y la voracidad conocida de EEUU, nos están llevando por el mismo camino ya recorrido en la segunda mitad del siglo XX. EEUU podría beneficiarse, los especuladores siempre pescan mejor en río revuelto y los soldados quizás se reparten algunas prebendas. Cuando los policías declaran que “el país está en guerra”, o que “policía juzga policía” o que luchan contra una “insurrección campesina e indígena” es igual a un río que suena, porque piedras trae. De un enfrentamiento de este tipo sólo el país y el pueblo panameño serán los perdedores.



Panamá, 29 de marzo de 2012.



- Marco A. Gandásegui, hijo, es docente de la Universidad de Panamá e investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) Justo Arosemena.

http://marcoagandasegui11.blogspot.com






http://alainet.org/active/53720



Panama: Il paese è in guerra

"Il paese è in guerra," era quello che gridò un agente di polizia a un ex poliziotto in pensione, che per casualità, si trovava nelle proteste contro le espropriazioni delle terre ancestrali della sua gente a San Felix, ai primi di febbraio. A metà marzo, un altro membro della polizia ha minacciato due donne a La Chorrera dicendo che non gli avevano "insegnato ad ascoltare, ma ad uccidere." Queste due esperienze - e altri incidenti simili - stanno mostrando i chiari segni di una crescente militarizzazione Polizia Nazionale panamense. L'insubordinazione recente di un gruppo di agenti di polizia contro il Ministro della Pubblica Sicurezza è un altro segno. Inoltre, è più preoccupante quando il Presidente approva le azioni intraprese dalla polizia e il ministro ritratta le loro dichiarazioni originali. Gli ufficiali e gli agenti di polizia panamense vengono addestrati a trattare le persone come potenziali nemici dello stato. Molti degli ufficiali della polizia, non hanno una formazione all'interno di accademie di polizia ma all'interno di quelle militari. La polizia, a sua volta, viene riciclata nelle accademie degli Stati Uniti, israeliane e colombiana per imparare l'arte repressiva di controllo militare.

Nel libro pubblicato nel 1990, La democrazia in Panama, abbiamo proposto che il paese non ha un sistema politico democratico, se non incontra almeno due condizioni fondamentali: in primo luogo, le forze armate del paese - così come la Guardia Nazionale (1953-1983) e dopo le Forze di Difesa (1983-1989) - non possono essere ingaggiate da una potenza straniera (es. USA). In secondo luogo, era necessario distinguere chiaramente tra una forza di polizia al servizio della comunità e addestrata e un esercito che respinge e reprime il nemico. Dopo l'invasione, gli Stati Uniti si erano appoggiati alla Polizia Nazionale e la convertirono come uno strumento della propria politica estera verso Panama. Molte caratteristiche dell'addestramento, era delegata alle Forze di Difesa israeliane. In occasione della sua campagna contro il "terrorismo" in tutto il mondo, gli Stati Uniti iniziarono ad addestrare la polizia panamense a svolgere le funzioni militari, combinati con le attività di sicurezza interna. Nel 2008, durante le esercitazioni militari Panamax, attorno al Canale di Panama, il Comando Sud degli Stati Uniti aveva creato lo slogan che la polizia panamense era in una guerra contro una "insurrezione contadina e indigena", supponendo che ciò avrebbe minacciato la stabilità del paese.

La presidenza di Martin Torrijos (2004-2009) aveva introdotto elementi di confusione nelle funzioni della Polizia Nazionale. L'evoluzione dell'Esercito, doveva diventare o rimanere un ibrido ("né carne né pesce")? Da quando il presidente Ricardo Martinelli aveva assunto l'incarico, la militarizzazione della polizia era avanzata più rapidamente. Ma invece di creare un esercito per controllare le frontiere o controllare il nostro spazio aereo o le acque territoriali, aveva creato un gruppo militarizzato per controllare tutti gli aspetti della vita politica.

Le comunità, le città, le strade e le aree rurali, erano diventati oggetto di una protezione militare permanente. La polizia confondeva la popolazione con un pericoloso nemico dello stato. A sua volta, il soldato seguiva gli ordini sul campo di battaglia contro un nemico composto da casalinghe, studenti, contadini e operai. La confusione sta portando, tuttora, il paese nel caos.

Attualmente, non è un segreto che gli Stati Uniti controllino l'apparato di sicurezza dello Stato di Panama. Il 31 Dicembre 1999, avevanno evacuato le proprie truppe dal paese e chiuse tutte le basi militari. Tuttavia, gli USA non abbandonavano i loro posti nell'apparato di sicurezza del governo panamense. Inoltre, vi era una certa confusione nel Consiglio di Sicurezza Nazionale nella misura in cui la polizia ed i soldati panamensi non sapevano se seguire le direttive del Consiglio o del Pentagono. Non sanno bene se le linee di azione politica provenienti dalla CIA e DEA, sconfiggono lo scopo che si sono posti.

E' essenziale che i governi svelino i ruoli che corrispondono nel giocare a guardie e soldati nella struttura politica del paese. La stessa confusione - creata dalla politica estera degli Stati Uniti nei confronti Panama - ha fatto eleggere a presidente il Colonnello Remon Cantera nel 1952, seguito dal colpo di stato militare del 1968 e l'invasione militare degli Stati Uniti nel 1989. Tutto indica che le debolezze della classe politica e l'incapacità dei settori popolari di mettere ordine all'avidità nota degli Stati Uniti, ci stanno portando verso il basso e in quella stessa strada già percorsa nella seconda metà del ventesimo secolo. Gli Stati Uniti potrebbero beneficiare, in quanto gli speculatori pescano sempre meglio nel torbido e ai soldati possono essere dati alcuni vantaggi. Quando la polizia dichiara che "il paese è in guerra", o "la polizia giudica la polizia", o che lotta contro una "insurrezione contadina e indigena" è uguale a un fiume in piena. In una lotta come questa, solo il paese e il popolo di Panama saranno i perdenti.
Panama, 29 marzo 2012.

- Marco A. Gandasegui Jr. insegna presso l'Università di Panama ed è un ricercatore associato del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) Justo Arosemena.(tradotto da NexusCo)


http://ienaridensnexus.blogspot.it/2012/03/panama-il-paese-e-in-guerra.html

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