Comunicado de disolución de la F.I.J.L. (90s)
Corría el final de la
década de los ochenta cuando la FIJL retomó de nuevo su andadura después
de años de inactividad. Desde entonces, e incluso desde su origen,
diferentes personas y grupos hemos tratado siempre de dar pasos adelante
hacia un proceso de lucha y transformación social desde esta
Federación. Nuestra organización ha tenido una historia propia, la
historia de muchas y muy grandes personas que han dejado su esfuerzo e
incluso sus vidas luchando por alcanzar nuestra meta como anarquistas. Nosotr@s hemos tratado de aportar sólo un grano de arena en esta labor.
En el contexto de la influencia de
ciertas corrientes “novedosas” en el anarquismo se produjo el golpe de
septiembre de 2003. La situación no era fácil, un gobierno desbocado y
un movimiento inmerso en una espiral represiva (detenciones y
procesamientos en Madrid, Valencia, Asturias, Barcelona, …) y de
aislamiento social feroz. Seis de nuestros compañer@s fueron detenid@s y
un séptimo huido.
Las causas que influyeron en que la FIJL
no pudiera levantarse de aquel golpe ni responder adecuadamente se
pueden explicar en parte por ciertas actitudes políticas asumidas desde
nuestro propio movimiento (como las que llevaron a parte de éste a una
ruptura con las organizaciones clásicas por los sucesos de Córdoba), por
la debilidad de nuestra propia organización y en parte también por
cierto halo de radicalidad que venía con aquellas corrientes
“insurreccionalistas” que habíamos hecho nuestras. El 2003 supuso un paso más en la separación entre anarquistas que aun hoy arrastramos.
“insurreccionalistas” que habíamos hecho nuestras. El 2003 supuso un paso más en la separación entre anarquistas que aun hoy arrastramos.
Los golpes han conseguido por esta vez
que una organización acabe cayendo. Pero no son sólo estos ataques los
que nos han llevado a tomar esta decisión, sino también un análisis
autocrítico de lo que estábamos haciendo, la separación (territorial y
política), la dificultad para encontrarnos (entre otras, por cuestiones
de seguridad), la inmersión en otros proyectos, etcétera. Hemos
intentado en estos años varias veces volver a poner en marcha la
organización, pero nunca lo conseguimos.
Hace ya meses que hemos contactado con
grupos de la Federación Ibérica de Juventudes Anarquistas que nos han
mostrado su interés por nuestra situación organizativa y, si fuera el
caso, por recuperar unas siglas que hace casi diez años no ven la luz.
Por todo esto hemos tomado la decisión de disolver la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias.
La historia de la FIJL es un peso que
esperamos no frene a l@s compañer@s si deciden retomar la federación.
Cada época es distinta y deseamos con todas nuestras fuerzas que ell@s
mism@s forjen su camino como en su día lo intentamos hacer nosotr@s.
Tendrán todo nuestro ánimo y apoyo cuando lo necesiten. Es deber de
tod@s l@s anarquistas transmitir nuestra experiencia para que la gente
que entra a nuestro movimiento no caiga en el folclore y la sinrazón que
nos impone el aislamiento. Sin prepotencia y sin evangelizar a nadie
debemos explicar lo que se ha hecho, por qué y qué se ha ganado y
perdido porque sólo entre tod@s conseguiremos sacar al anarquismo de
este impás en el que se atascó hace décadas y que lo hace inaccesible a
la mayor parte de la gente e incapaz de responder a la realidad.
Trataremos de hacer una autocrítica y
analizar qué hemos hecho como federación desde la última reconstrucción
para que tod@s podamos pensar colectivamente los fallos y aciertos de
esta forma organizativa y de las líneas que seguimos.
Si el anarquismo quiere volver a tener la fuerza que un día tuvo debe
acometer el duro ejercicio de poner en cuestión sus estrategias,
discursos y prácticas. Hemos vivido encasillad@s desde hace treinta años
y nuestro movimiento no ha hecho más que retroceder. Sólo
reinventándonos y reorganizándonos podremos dar un paso al frente. La
situación social va a ser cada vez más inestable en los próximos años y,
como fuerza revolucionaria, nuestro movimiento y nosotr@s mism@s
debemos estar a la altura de los tiempos que vienen.Por todo esto hemos decidido, como ya anunciábamos antes, dejar las siglas FIJL a aquellos grupos que quieran continuar su historia de lucha anarquista y deseamos tengan el mejor de los ánimos y las firmes convicciones que su labor requiere.
Un fuerte abrazo anarquista a tod@s l@s compañer@s.
¡Viva la anarquía, viva la revolución social!
http://vivalaanarquia.espivblogs.net/?p=12846#more-12846
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