domenica 6 maggio 2012

La representación no es participación


Huelga electoral
La representación anula la participación
Las elecciones son una estafa
Asambleas en cada barrio
A anular sus procesos (representativos) y a auto-organizarnos colectivamente
Cartel y texto del centro social auto-gestionado Ulalum, en la ciudad de Calcis, sobre la representación y las elecciones en general, así como sobre las elecciones generales del 6 de mayo.
Elecciones: el bazar de la vanidad y de las consciencias
P. Kropotkin
El carnaval electoral está montado. Las palabras, las promesas, las supuestas propuestas, los histrionismos, el exceso de favores, todo es lo mismo que antes de la llamada crisis. La situación que estamos viviendo es trágica porque frente al saqueo de nuestra vida las soluciones propuestas forman parte del mismo problema. Los varios falsos dilemas que se nos imponen (partidos a favor o partidos en contra del memorándum, euro o dracma, nación o extranjeros) en realidad no ponen en duda la estructura del sistema político y capitalista, el cual es responsable de la situación actual. Todos se presentan a sí mismos como salvadores que tienen la solución hecha, pero ninguno de ellos se atreve a revelar la estafa: la exclusión de los ciudadanos de la toma de las decisiones. El régimen constitucional, aunque se ha demostrado podrido y no fiable, no es puesto en duda por los aparatos partidistas, porque de hecho ellos son sustentados por él, viven de él.
La gran mentira en estas elecciones (como en todas) es la palabra democracia. Si democracia significa que el pueblo es el que decide, que el pueblo es soberano, lo que experimentamos ciertamente no es democracia. La verdad es que en las elecciones no decidimos nosotros por nuestras vidas, sino que concedemos el derecho de la decisión a unos aparatos partidistas, los cuales deciden independientemente de nosotros y por lo general en contra de nosotros. Sus palabras suelen ser hipócritas, porque las estructuras a las que sirven al tomar el Poder requieren acciones diferentes. Por otra parte, los partidos son unos mecanismos jerárquicos que reproducen en su interior la forma de organización fracasada e injusta de nuestras sociedades. El partidismo es una de las causas de la decadencia actual.
Los poderes dominantes, con el pretexto de las elecciones, intentan desorientar a la gente, supuestamente dando la opción al pueblo “dominante” de elegir a sus gobernantes. En realidad, son todos unos hipócritas y engañadores del pueblo, porque no se trata de una cuestión de personas sino que la situación concierne al mismo sistema político y económico que está devastando nuestras vidas y que necesita una transformación radical. Así como están las cosas no es ninguna exageración decir que los tiempos, más que nunca, requieren una revolución en todos los ámbitos (sectores) de la vida social. Es decir, un cambio radical de la organización social, así como de nuestras relaciones, que se base en una ética nueva.
Es por eso que esta vez la participación en las elecciones es complicidad. Se les da a los sumisos la falsa ilusión de que son fuertes y que participan, pero en realidad legaliza el arrebato de su derecho a decidir en común por su vida en común. La participación en las elecciones es una trampa, es la ilusión de la participación.
Lo que proponemos, sin embargo, no es la indiferencia de los que se abstienen de las elecciones por apatía o pasotismo. Nuestra huelga electoral es una acción activa, porque forma parte de una propuesta alternativa acerca de temas concernientes al espacio público, la cual se basa en la auto-organización y la gestión directa de los bienes públicos, con el fin de crear unas verdaderas comunidades autónomas. En este marco, la única acción política que realmente tiene sentido es aquella que promueve la participación de todas las personas en los asuntos comunes. La organización social, la producción y distribución de la riqueza, el cuidado de las ciudades en las que vivimos, el ejercicio de las libertades individuales y colectivas, el respeto del medio ambiente, son cosas son muy importantes para conceder el derecho de la decisión por ellas a una minoría de unos supuestos especialistas o expertos.
Tenemos que desprendernos de la pasividad y reclamar nuestra participación en lo que concierne a nuestras vidas. Tenemos que reivindicar un espacio público en el que todos puedan participar por igual, pero lejos de jerarquías partidistas y aparatos estatales. Nuestra primera preocupación debe ser la creación de proyectos auto-organizados en las ciudades en las que vivimos, que se edifiquen a las antípodas de política dominante, proponiendo una manera diferente de organización social aquí y ahora: asambleas barriales que promuevan la auto-producción, intercambios solidarios de bienes y servicios, construcción de redes de ayuda mutua y sobre todo creación de colectividades de base y de la lucha en los barrios y en los lugares de trabajo (juntas de vecinos, asambleas populares, consejos laborales, sindicatos de base).
Nuestra propuesta requiere la participación responsable de todos, para edificar la libertad y la igualdad en un espíritu de solidaridad. Nuestra propuesta no es utópica, ya que se puede aplicar aquí y ahora, basta con que lo queramos. Las asambleas de las plazas del verano de 2011 abrieron una grieta e indicaron un camino por el que queremos caminar. No tenemos nada que esperar de los políticos de la izquierda o la derecha y del podrido sistema político al que sirven. A tomar la vida en nuestras manos de manera colectiva y autónoma.
Huelga electoral, auto-organización en cada barrio, asambleas en todas partes.
La representación no es participación.
Por la democracia directa, la autonomía, la libertad, la igualdad, la solidaridad.
Centro social auto-gestionado Ulalum (ciudad de Calcis)
oulaloum.xalkida@gmail.com
El texto en griego.

http://verba-volant.info/es/la-representacion-no-es-participacion/#more-3197

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