Qué puedo decir que no haya dicho ya, las
penas no se convierten en alegrías así de la nada. Hoy me vino a ver el
abogado, vino con buenas expectativas pero diciéndome que tengo un
plazo determinado y que si se pasa ya estoy más complicado. Veo la
televisión y todo el mundo persigue a la gente que estuvo privada de su
libertad, ¿por qué será eso?, ¿acaso cuando salen la gran mayoría no
cumplió su pena?, ¿o será que la gente lo que realmente busca no es una
justicia sino que nos encierren de por vida para que no podamos volver a
reinsertarnos?
Dicen que nos dan demasiados beneficios, o
que entramos y salimos, pero yo veo siempre a los mismos, cada día veo a
más personas que vienen con penas mayores de 10 años, cada vez estamos
más alejados de lo que es la libertad, e inclusive aunque pagues tu
condena nada te garantiza de que puedas ser enteramente libre, porque
está ese prejuicio de que vos sos diferente, de que no sos nada mas que
un delincuente y que ya no tenés arreglo.
Lo que seguro me costaría demasiado
justificar, es más, no lo haría, es una violación porque no me entra en
la cabeza cómo una persona puede forzar a otra a tener relaciones cuando
esta no quiere y ejercer violencia sobre la misma.
No somos santos, eso los sabemos y
estamos pagando todas nuestras maldades, pero yo me pregunto, cuando
hablan de lo que sufrieron ellos a raíz de nuestra culpa, ¿en algún
momento ese llamado “damnificado” piensa en nuestra familia, en que
ellos también sufren, que a ellos les lastima no poder ver a su hijo,
padre, marido todas las mañanas y darle un beso de desayuno? Creo que si
se detuviesen en eso se les complicaría odiarnos y decir que somos la
escoria de la sociedad, o no se ponen a pensar que cuando hablan mal de
uno hay algún pariente nuestro sufriendo por esas palabras. Me parece
que todavía no aprendieron que la familia no tiene la culpa, el culpable
es solo uno, no deben meter a nuestra familia en la discordia, y
hacerle escraches, porque a ellos también les duele, como les dolió a
“los damnificados” lo que hicimos.
Por eso vuelvo a mi primer pensamiento,
acá nadie quiere justicia, se busca venganza, el dolor no tendría que
permitir impunidad, porque al final ¿quienes somos peores, los
delincuentes o ustedes que se esconden tras su dolor y quieren que cada
vez estemos mas lejos y que nuestras familias no nos puedan ver?. A
veces pienso ¿qué es peor una muerte o una ausencia?, porque la muerte
se supera, debe de ser un gran sufrimiento pero con el tiempo uno
aprende a vivir con eso, pero qué pasa cuando esa persona está y no
podés verlo porque existe una ley y un régimen que no te permite que
lleguen a vos. Capaz estoy equivocado o pienso así porque me toca estar
de este lado, pero seria bueno que se cuelguen a pensarlo los demás, a
ver a que llegan, ¿o no?.
A mi nunca me tocó el tener que salir a
robar para poder ayudar a mi familia, yo estoy por esas cosas de la vida
acá, pero estoy acá con todos los malandras [delincuentes], y aprendí
mucho de ellos y de lo que es la pobreza, de lo que tenés que activar
para poder comer y ayudar a tu familia. Muchos piensan que la mayoría
están orgullosos de ser chorros y no es así. Chamuyando con un tumbero
viejo [mensajero de presos] me dijo “yo no estoy orgulloso de ser
ladrón, pero gracias a eso pude sacar a mi familia de la villa [barrio
de chabolas]“.
Creo que el mayor problema de los jueces
es que, como nuestro sistema dice que para ser juez u ocupar un cargo en
el poder judicial no tenés que haber estado detenido, cuando imparten
penas como las que imparten, cuando regalan años como caramelos, no
saben lo que es sufrir estando en la cárcel. Muchos dirán “esta bien,
para qué delinquieron”, pero ellos no saben lo que es no ver la noche y
las estrellas, el despertar y que el sol se vea a través de barrotes,
ver a tu familia determinadas horas por semana. Piensen eso y después
díganme quien es el que está peor, si ustedes o nosotros.
Estaremos pagando nuestras maldades, como
dije anteriormente, pero estaría bien empezar a dejar de perseguir a la
gente que se encontró privada de su libertad, porque hay mucha gente
que fue condenada por un hecho que cometió, pero también porque muchos
fueron condenados sin fundamentos o por un delito que no cometieron.
Además los antecedentes los van a perseguir de por vida, a la hora de
mañana cuando quieran salir adelante y buscar un trabajo decente y
terminan forzando a esa persona a que vuelva a delinquir para poder
vivir de una manera medianamente correcta. Además, lo vivido en un penal
no te lo quita nadie, sea bueno o malo. Espero que esa persecución
social que hay por parte de la misma sociedad empiece a ceder y
finalmente pueda ser un sistema de reinserción social.
Reflexión desde la cárcel de Devoto (Argentina)
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