giovedì 3 maggio 2012

La Condena Sin Fin

Qué puedo decir que no haya dicho ya, las penas no se convierten en alegrías así de la nada. Hoy me vino a ver el abogado, vino con buenas expectativas pero diciéndome que tengo un plazo determinado y que si se pasa ya estoy más complicado. Veo la televisión y todo el mundo persigue a la gente que estuvo privada de su libertad, ¿por qué será eso?, ¿acaso cuando salen la gran mayoría no cumplió su pena?, ¿o será que la gente lo que realmente busca no es una justicia sino que nos encierren de por vida para que no podamos volver a reinsertarnos?
Dicen que nos dan demasiados beneficios, o que entramos y salimos, pero yo veo siempre a los mismos, cada día veo a más personas que vienen con penas mayores de 10 años, cada vez estamos más alejados de lo que es la libertad, e inclusive aunque pagues tu condena nada te garantiza de que puedas ser enteramente libre, porque está ese prejuicio de que vos sos diferente, de que no sos nada mas que un delincuente y que ya no tenés arreglo.
Lo que seguro me costaría demasiado justificar, es más, no lo haría, es una violación porque no me entra en la cabeza cómo una persona puede forzar a otra a tener relaciones cuando esta no quiere y ejercer violencia sobre la misma.
No somos santos, eso los sabemos y estamos pagando todas nuestras maldades, pero yo me pregunto, cuando hablan de lo que sufrieron ellos a raíz de nuestra culpa, ¿en algún momento ese llamado “damnificado” piensa en nuestra familia, en que ellos también sufren, que a ellos les lastima no poder ver a su hijo, padre, marido todas las mañanas y darle un beso de desayuno? Creo que si se detuviesen en eso se les complicaría odiarnos y decir que somos la escoria de la sociedad, o no se ponen a pensar que cuando hablan mal de uno hay algún pariente nuestro sufriendo por esas palabras. Me parece que todavía no aprendieron que la familia no tiene la culpa, el culpable es solo uno, no deben meter a nuestra familia en la discordia, y hacerle escraches, porque a ellos también les duele, como les dolió a “los damnificados” lo que hicimos.
Por eso vuelvo a mi primer pensamiento, acá nadie quiere justicia, se busca venganza, el dolor no tendría que permitir impunidad, porque al final ¿quienes somos peores, los delincuentes o ustedes que se esconden tras su dolor y quieren que cada vez estemos mas lejos y que nuestras familias no nos puedan ver?. A veces pienso ¿qué es peor una muerte o una ausencia?, porque la muerte se supera, debe de ser un gran sufrimiento pero con el tiempo uno aprende a vivir con eso, pero qué pasa cuando esa persona está y no podés verlo porque existe una ley y un régimen que no te permite que lleguen a vos. Capaz estoy equivocado o pienso así porque me toca estar de este lado, pero seria bueno que se cuelguen a pensarlo los demás, a ver a que llegan, ¿o no?.
A mi nunca me tocó el tener que salir a robar para poder ayudar a mi familia, yo estoy por esas cosas de la vida acá, pero estoy acá con todos los malandras [delincuentes], y aprendí mucho de ellos y de lo que es la pobreza, de lo que tenés que activar para poder comer y ayudar a tu familia. Muchos piensan que la mayoría están orgullosos de ser chorros y no es así. Chamuyando con un tumbero viejo [mensajero de presos] me dijo “yo no estoy orgulloso de ser ladrón, pero gracias a eso pude sacar a mi familia de la villa [barrio de chabolas]“.
Creo que el mayor problema de los jueces es que, como nuestro sistema dice que para ser juez u ocupar un cargo en el poder judicial no tenés que haber estado detenido, cuando imparten penas como las que imparten, cuando regalan años como caramelos, no saben lo que es sufrir estando en la cárcel. Muchos dirán “esta bien, para qué delinquieron”, pero ellos no saben lo que es no ver la noche y las estrellas, el despertar y que el sol se vea a través de barrotes, ver a tu familia determinadas horas por semana. Piensen eso y después díganme quien es el que está peor, si ustedes o nosotros.
Estaremos pagando nuestras maldades, como dije anteriormente, pero estaría bien empezar a dejar de perseguir a la gente que se encontró privada de su libertad, porque hay mucha gente que fue condenada por un hecho que cometió, pero también porque muchos fueron condenados sin fundamentos o por un delito que no cometieron. Además los antecedentes los van a perseguir de por vida, a la hora de mañana cuando quieran salir adelante y buscar un trabajo decente y terminan forzando a esa persona a que vuelva a delinquir para poder vivir de una manera medianamente correcta. Además, lo vivido en un penal no te lo quita nadie, sea bueno o malo. Espero que esa persecución social que hay por parte de la misma sociedad empiece a ceder y finalmente pueda ser un sistema de reinserción social.
Reflexión desde la cárcel de Devoto (Argentina)

http://boletintokata.wordpress.com/2012/05/03/la-condena-sin-fin/#more-7208

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