venerdì 4 maggio 2012

Elecciones: Démosles la espalda con una abstención activa

Texto de la “Temática de Democracia Directa de la Plaza de Síntagma” sobre las elecciones y la abstención, así como sobre las elecciones generales del 6 de mayo, en concreto.
El parlamentarismo, los partidos y las elecciones aparecieron junto con el papel dominante de la burguesía en la sociedad. A lo largo de la historia hasta la fecha, puede ser que hayan cambiado los modos de representación, pero se mantenido firme el sentido del parlamento y el contenido de las elecciones. Constituyen los principales medios de legitimación de dominación de la clase pudiente. La clase obrera y los otros estratos sociales intermedios participan en el parlamento con sus propios partidos, pero actúan como grupos de presión para la concesión de algunos derechos, sin que se les permita desafiar la esencia de esta dominación. Siempre que se puso en duda, o fracasó porque la ahogaron en sangre, o, en raras ocasiones, tuvo éxito y sobre la marcha creó de nuevo un sistema de dominación de una pequeña minoría, de una nueva clase dominante, que al igual que la anterior, tenía en sus manos la forma y los medios de organización la sociedad, en su favor.
Los partidos llevan la carga del pecado original de su inspirador, es decir, de la burguesía. Se trata de unas formaciones jerárquicas, en las que los que deciden en nombre de los muchos son unas élites de unos pocos «selectos». A los muchos se les reconoce de vez en cuando el derecho de elegir a sus representantes, quienes deciden sobre todas las cuestiones, cruciales o no, sin estar comprometidos de la opinión de sus poderdantes. O sea que no hay ni siquiera una representación, pero una autorización en blanco. Esto genera pasividad para los muchos y soberanía y privilegios para los pocos. Así que todos los partidos se reproducen a sí mismos al tomar el Poder, creando una sociedad con jerarquía, desigualdad, opresión y explotación. Una sociedad de unos pocos favorecidos y de muchos abandonados.
En esta fase del capitalismo, en la que domina el Capital bancario, el gobierno está monopolizado por los partidos que tienen vínculos directos con este Capital. A través de la venta de conciencias, el chantaje, los préstamos, los cargos excesivos y la corrupción, (el Capital) tiene los partidos controlados. Simultáneamente, estando sometidos a él los grandes medios de comunicación masivos, con el lavado de cerebro y con promesas tiene completamente controlado el cuerpo electoral. Para nada permite que los partidos que no están directamente controlados por él lleguen a gobernar. No por tenerles miedo, ya que dispone de eficaces mecanismos de incorporación al Sistema de tales formaciones jerárquicas, sino porque tiene miedo de que esto pudiera generar una inestabilidad temporal, un pequeño vacío. Y son estos vacíos desde los cuales emerge impetuosa la vida. Y en este caso la vida es el factor popular oprimido que quiere expresarse real y directamente.
Las formaciones actuales de Izquierdas no son un obstáculo a los planes de la oligarquía, porque por su naturaleza y su fragmentación para nada pueden crear este vacío (es lo único que podrían hacer siempre que lo quisieran). Esto se hizo evidente también con la postura de los partidos izquierdistas que participan en el Parlamento. A pesar de que la Troika[1] y sus servidores violaron la Constitución para pasar sus memorandos, los partidos de la Izquierda no se atrevieron a denunciar esto en la práctica, retirándose del Parlamento y quitándoles cualquier legitimidad que tuvieran.
Los diversos partidos y grupos del llamado bloque (espacio) político contra el memorándum (algunos sinceros, otros no) se centran en los memorándum, dándole el golpe de gracia a una sociedad devastada por sus salvadores anteriores y por su propia tolerancia o complicidad. No dicen ni una sola palabra sobre el pasado y su responsabilidad de la inactivación de la sociedad. Tampoco dicen una sola palabra sobre el carácter y el alcance de las elecciones, creando así ilusiones falsas. Aún más, no dicen nada específico sobre el después. Lo que es común entre todos ellos es el apoyo que piden, así que los problemas sean resueltos por un salvador o un liderazgo iluminado, en nombre del pueblo. Otros prometen resolverlos directamente y otros más tarde. Y lo que en última instancia consiguen es dividir al pueblo.
En la actualidad, las fuerzas dominantes tenían que elegir entre la celebración inmediata de elecciones para conseguir un nuevo mandato y la prórroga de un gobierno nombrado por la Banca. Ambas opciones tienen un cierto riesgo para ellas, dado que quieren proceder a la toma de unas medidas tan devastadoras, que la reacción de la gente puede tener una evolución imprevista. Al final optaron por la primera opción, con una reducción de la etapa preelectoral y una orgia de chantajes. Así que quieren meter a los ciudadanos en su juego amañado, para quitarles a continuación cualquier legalización de sus reacciones. También quieren romper la unidad del pueblo a través de la fanfarronería electoral y la confrontación partidista.
Lo que más temen con esta elección que han hecho es una abstención consciente y activa, que cuestionara sus jueguecitos de soberanía y mantenimiento de su sistema. Que les quitara toda legitimidad  que tengan. Que mostrara la decisión del pueblo unido de participar activamente en la determinación de su destino. Que demostrara que ya está con las mentiras y los falsos dilemas de los autoproclamados salvadores. Que indicara que lo que le importa a la sociedad es el voto-palabra diario en los procesos colectivos sustanciales. En unos procesos desde abajo, como el movimiento que marcó la mani del 25 de mayo de 2011 en la plaza mayor de Atenas Síntagma (Constitución) y se extendió a ciudades y barrios, con las asambleas populares, las ocupaciones, los bazares de trueque, los colectivos de solidaridad, las monedas locales, el movimiento de la negativa a pagar, el movimiento de la patata[2], las comunidades autónomas, los locales, etc, es decir, unos movimientos que desafían el Poder económico y político dominante, desafían a los mediadores y los salvadores, y hacen resaltar el nuevo mundo naciente, él de la participación activa, de la autonomía y de la solidaridad.
No nos hagamos ilusiones electorales, como las que nos han conducido al punto en que estamos.
No nos dejemos llevar una vez más por la cólera de “castigar” con nuestro voto y luego volver de nuevo a la frustración y la espera.
Superemos la costumbre de tener voz cada 3 o 4 años para descargar algo de nuestra rabia. Esta fiestecita no es nuestra preocupación. Es una droga que nos dan para que estemos tranquilos y obedientes todo el tiempo y para decidir por nosotros, a nuestra costa.
Continuemos, haciendo caso omiso de sus juegos electorales.
Démosles la espalda con una abstención activa.
Opongamos nuestra unidad al “divide y vencerás” de las elecciones
Luchemos juntos, por unos cambios sustanciales, por cambiar el mundo dentro y fuera de nosotros.
Abstenemos de la vida de mierda que nos ofrecen, porque queremos vivir la vida que nos imaginamos.
Auto-organización, asambleas populares en todas partes, democracia directa.
El texto en griego.


[1] Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo, Unión Europea.
[2] Productores de patata vendiendo directamente su producto a los consumidores más barato, superando los parásitos de los mediadores. Esta iniciativa está apoyada por colectivos, municipios y cooperativas.


http://verba-volant.info/es/elecciones-demosles-la-espalda-con-una-abstencion-activa/#more-3185

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