Aquí estoy de nuevo en Clairvaux después de dos meses de ausencia.
He llegado el pasado viernes y ayer he pasado por junta para que me
quitaran el periodo de seguridad en previsión de una solicitud por un
tercero grado. Es por lo menos lo que estaba previsto antes la
condenación de Tarbes.
El 13 de marzo pase a juicio por la fuga de Lannemezan que se
produjo el 5 de noviembre 1990. Me han condenado a 4 años por una
evasión perpetrada hace 22 años. Era el único sentado en el banco de
los acusados, para mis cómplices, la movida esta prescrita o cumplida
desde hace mucho tiempo. Incluso uno de ellos pago una cadena perpetua
en Francia y salió en libertad condicional. La fiscalía de Tarbes
pensaba que seguía en busca y captura. A otro de mis cómplices, cuando
le han presentado el asunto, para él, estaba prescrito. Es decir que
durante años han olvidado el asunto en un cajón y hace algunos meses
cuando han comprendido que podía beneficiarme de un tercero grado han
encontrado, este viejo expediente para mantenerme preso. Parece
increíble pero esto pasa en Francia y lo que estoy escribiendo es
verificable.
Esta condena de 4 años me coloca en situación de “recitive legal”.
Es decir que ya no puedo pretender a un tercer grado antes de cumplir
las dos terceras partes de mi condena. He recurrido pero un vez que se
me decrete prisión, tendré que esperar 4/5 años más para pretender un
tercerogrado 28 + 4 =32 años. Es simplemente delirante.
Estaba previsto que pasara por junta el 22 de marzo para que me
quitaran el periodo de seguridad. Como no estaba en Clairvaux fue
suspendido hasta el 10 de mayo. Es decir ayer. Estaba previsto que
pasara por junta para quitarme el periodo de seguridad que termina en
enero de 2013 y una vez el periodo de seguridad quitado, pasar por junta
para un tercer grado con pulsera electrónica. El juicio de Tarbes
cambia las cosas. Jurídicamente, puesto que no se me ha decretado
prisión, puedo beneficiarme de un tercer grado, que me lo den en estas
condiciones otro tema. La respuesta de la junta de ayer es para el 7 de
junio. No sé cuando tienen previsto pasarme por junta para el tercero
grado.
Ahora solo queda esperar y pues que he recurrido la sentencia de
Tarbes y que se celebrara un nuevo juicio que tendrá probablemente lugar
a final de verano, que hay que prepararlo. El juicio del 13 de marzo no
estaba preparado. El abogado había apostado por la clemencia del
tribunal en vez de hacerlo sobre una denuncia. La próxima vez será
diferente.
El expediente de la fuga que se ha juzgado en Tarbes, está lleno de
anomalías que ocultan que fueron las propias instituciones
penitenciarias, que por su dinámica, se hizo cómplice de dicha evasión.
22 años después, en su requisitorio de Tarbes, el fiscal explico que
no habían podido encarcelarme a Tarbes porque era D.P.S y no había
suficiente seguridad y que en Lannemezan, incluso dos décadas después,
no me querían ahí. Esto, hoy como ayer es normal: cuando te fugas de una
cárcel, jamás vuelves a la misma. En el juicio del recurso, preguntare
porque, entonces, yo volví a Lannemezan tras una fuga a golpe de
explosivos y sobre todo preguntare porque fui sacado tan fácilmente del
aislamiento para pocas semanas después encontrarme sobre el techo de la
prisión. Me he quedado 3 horas sobre el techo sin rehenes y con la
céntrale rodeada por los gendarmes. En mi expediente no había solamente
la evasión precedente pero varios intentos y sospechas de preparaciones
de evasiones incluso por los aires, sin embargo a nadie se le ocurrió
desalojarme del techo. La explicación es simple: Tras la primera fuga y
contra toda lógica, los responsables de la administración decidieron
devolver los fugados a Lannemezan. El nuevo director temía un incidente
violento o peor aún, una nueva evasión, pero la negativa del ministerio
de trasladarme lo bloqueaba. Le prometí que si salía del aislamiento
encontraría la manera de forzar el ministerio a trasladarme sin agredir
un funcionario. Es la razón por la cual ni siquiera pensaron en una
fuga. Había anunciado una acción que provocaría mi traslado
disciplinario y ahí la tenían. Hoy todo aquello no tiene importancia
pero si 22 años después no han olvidado, hay que hablar de todo. Para
hablar de todo aquello en Tarbes, hubiera sido necesario que hablara de
mi precedente evasión. Mi abogado creyó mas prudente de no hacerlo, por
miedo que tampoco sea prescrita pero visto lo absurdo de la situación
lo hare durante el juicio para el recurso.
Aprovecho esta carta para agradecer el equipo del Envolée y Natchav
por su solidaridad sin olvidar los compas de Toulouse. Es agradable
saberse apoyado.
Fuerza y determinación
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