giovedì 2 febbraio 2012

4 de febrero: manifestación contra el Estado y todos sus esbirros


Texto publicado en la página web de la Ocupación Kuvelu, con motivo de la manifestación del sábado 4 de febrero en Atenas.

http://epavlikouvelou.squat.gr/

Por la acción autónoma y la emancipación social

Tranquilidad, orden, buenos amos de casa, unidad nacional, normalidad, cotidianidad sistémica, sociedad capitalista, bienestar nacional, desahogo, esclavitud asalariada, interés.

La Soberanía se está reestructurando. El Régimen, con vistas a una potencial revuelta social que conllevará una agitación en las filas del sistema, nombró al gobierno del banquero Papadimos, presentándolo como el aristócrata-autoridad que conducirá el país a la salvación. Pidiendo la unidad nacional, intenta evitar cualquier actitud de oposición que sacuda la actual regularidad de los gobernantes y conseguir cada vez más subordinados que aseguren el mantenimiento y la perpetuación del orden establecido. Su objetivo no es solamente conseguir lo susodicho, sino en general la aceptación social. Porque el Poder no se basa únicamente en sus fuerzas institucionales, tales como maderos, jueces, legislación, educación, instituciones correccionales y educativas, así como en sus votantes sumisos. Porque acorde con la democracia representativa y el ”pluralismo”, el pueblo decide y el Estado ejecuta. Por lo tanto, el pueblo actúa como una institución informal del Poder.

La masa desorganizada, confusa por los fantasmas del pasado, está dispuesta a convertirse en aplaudidor de cualquier gobierno, con tal de reavivar las esperanzas falsas de un bienestar codiciado e interesado. El tema no es “consenso o quiebra”, sino lucha o sumisión. Porque para cada luchador y luchadora, mientras haya Poder no hay paz. Cualquier individualidad rebelada, basada en sus deseos e intenciones de una confrontación frontal con el Régimen, no ha de amoldarse a los dictados de la represión interna, del miedo y del interés. Cada fragmento minoritario, ya sean individuos o grupos, no tiene que someterse a las condiciones sociales y a éticas que restringen el pensamiento y acción individuales. Como si no fuéramos autónomos, sino unos robots de funcionamiento predeterminado, adaptados a las medidas del Poder, con fecha de caducidad en base a nuestra productividad.

El trabajo asalariado, los intereses laborales y la conexión tiempo-dinero, sitúan nuestra vida dentro del marco establecido de la legalidad, impuesta a través de la supervisión constante de nuestro trabajo por los patrones (¡por si no somos rentables para sus negocios!) y de nuestra vida por el Estado, llegando a eludir el trabajo voluntario no remunerado. Así pues se desvanecen las condiciones para la creación de una sociedad sin clases, auto-organizada, sin jerarquía y relaciones materialistas, basada ​​en la comunicación y el desinterés.

Cualquier coordinación por parte de personas y minorías rebeldes puede generar procesos y colectividades que se vuelvan contra el Estado y el Capital y sus soldados a sueldo y no remunerados y que expresen sus conciencias. Cualquier acción realizada por personas de características radicales y anti-sistémicas (contra el Régimen), teniendo como criterio la lucha de opciones y conciencias, multiforme, sin mediadores y jerarquías, anti-nacionalista, se convierte en parte de una lucha más amplia. No estamos luchando con motivo de la actual crisis del sistema capitalista. No necesitamos un pretexto para una historia que se repite, intensificando las divisiones dentro del todo social. Hay una razón. La razón es la existencia del Poder y de sus productos. No nos importa que sea indulgente o autoritario, socialmente aceptable o socialmente hostil, humano o inhumano. Para nosotros el Poder es la flagrante violación de cada expresión libre. Le quita al ser humano la (posibilidad de la) creación y la actitud sin mediadores, distribuyendo de manera desigual sus privilegios virtuales, con el fin de servir su propia esencia. Cualquier expresión interesada genera estructuras autoritarias. De ahí nuestra oposición a la lógica de la masa y a la acción por el ”interés social y nacional” en general. Si no existe una meta más allá del egoísmo y la capitulación, el sistema se aprovecha y surgen nuevas relaciones autoritarias.

Poder es no sólo el Estado y sus mecanismos, sino cualquier intento de represión, opresión, explotación y violación del individuo en las relaciones humanas de la cotidianidad. Desde la xenofobia de cada nacionalista griego, el paternalismo y el sexismo por la imposición del machismo (masculinidad), el pillaje de la naturaleza, las escuelas y las universidades que crean caciques sistémicos, hasta la santurronería que limita los deseos y cualquier propensión a controversia. El Poder ha infectado todos los aspectos de nuestra vida.

Capitalismo o revolución: Elige tu bando.

No envejezcamos hasta que las condiciones sean maduras.

Manifestación: Monastiraki, 4 de febrero de 2012, a las 12:00h. Contra el Estado y todos sus esbirros.

Ocupación de la Mansión Kuvelu.

El texto en griego.
http://epavlikouvelou.squat.gr/2012/01/25/

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