martedì 5 luglio 2011

Ecuador: Sarayaku lleva su clamor a la Corte Interamericana de Derechos Humanos


Con todas estas esperanzas viajamos a la audiencia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos a San José de Costa Rica, luego de 8 años de lucha...

or Marlon Santi*
Fuente: Servindi
“La lucha nuestra es la voz de todos los oprimidos y despojados de la Madre Tierra”
Los años 90: años de la lucha y de resistencia del movimiento indígena; 1996 año de la desgracia para nuestro pueblo. El gobierno ecuatoriano entrega el bloque 23 a la empresa CGC, una empresa argentina que en alianza con otras empresas como la San Jorge, Burlintong Resource, firman un convenio de exploración y explotación en territorio indígena del pueblo originario kichwa de Sarayaku.
Solo la noticia de lo que ocurría en la capital era para nosotros la llegada de una catástrofe humana y ambiental, pero, como por la bendición de la madre Tierra, no llegó pronto la actividad hidrocarburífera.
Entonces ellos se preparaban con todos los engaños que el mundo moderno les enseñó: planificación, estadísticas, tablas que descifraban quienes de nuestros hermanos querían vender la madre Tierra, y, como grandes economistas del capitalismo, ofertaban como pedazo de negocio a nuestra madre Tierra.
Pero el tiempo pasó para nosotros, nuestra madre Tierra no significa negocio, por lo tanto estuvimos dispuestos a luchar y pedir respeto, a luchar por la vida, a no dejar que se vendiera o que se nos comprara nuestro espacio de vida.
Pero ellos a finales de 2001 e inicio de 2002 llegaron, ofertaron, corrompieron, dividieron, militarizaron, torturaron, nos persiguieron, sembraron 1.400 kg. de explosivos, a nombre del desarrollo pisotearon nuestro digno honor de vivir en paz, pero allí estuvimos muchos de quienes pensábamos en el futuro de la humanidad, de quienes decíamos la tierra no se vende... es de nuestros abuelos, de nuestras abuelas, es de nosotros y de los que vendrán... es de nuestros hijos.
Desde allí, como hormigas hicimos la minga para la liberación de la madre Tierra, para que nos respeten los derechos de nuestro pueblo, pusimos nuestros reclamos en la justicia ecuatoriana. Nadie dijo nada. Han pasado varios gobernantes pero ellos se hacen sordos para no escucharnos, se hacen ciegos para no vernos, como que nada ha pasado.
Como en la era del dominio impusieron sus reglas, a veces nos han insultado: “indios pintados de cara no dejan desarrollar el país”. Solo hemos pedido respeto, derechos y dignidad.
Desde allí, nuestra forma de vida ha cambiado, solo hemos pensado en si algún día volverá la paz, la tranquilidad a nuestro pueblo. Solo hemos pensado si los niños tendrán algún día esa tranquilidad de escuchar el correr del río, el dulce canto de las aves, solo hemos pensado si algún día volverá el sol del verano, las dulces lluvias que ya no sentimos, solo hemos pensado si algún día sonará el tambor de la hermandad, solo hemos pensado en que un día ya no escucharemos a las petroleras en nuestro territorio, solo hemos pensado si algún dia un anciano cantara el taki del supay tomando su brebaje de jayahuaska con toda la serenidad como en los años pasados.
Ese día esperamos con toda la esperanza, con toda la fuerza de la madre Tierra, con toda la fuerza de nuestros mayores.
Entonces habrá llegado la paz, la justicia, la libertad y el derecho para los pueblos indígenas.
Con todas estas esperanzas viajamos a la audiencia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos a San José de Costa Rica, luego de 8 años de lucha.

*Marlon Santi Gualinga es oroginario del pueblo Sarayaku, provincia de Pastaza, Ecuador. El 12 de enero de 2008 fue elegido presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) siendo uno de los líderes más jóvenes en la dirigencia de esta organización. A consecuencia de su oposición a las petroleras fue amenazado de muerte. Su compañera de vida Miriam Cisneros, con la que tuvo cinco hijos, fue secuestrada y torturada por autores desconocidos.

http://servindi.org/actualidad/47356#more-47356

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