venerdì 4 novembre 2011
Una ruptura de las infinitas posibilidades - Federico Buono
En la noche del 15 de junio el destino nos puso frente a una patrulla de la Policía Ferroviaria en el distrito de Lambrate, en Milán. En la redada, se nos encontró en posesión de dos “bombas-disparadores caseras”. También, el 15 de junio yo y el compa Mattia entramos en la prisión de San Vittore. El próximo 8 de julio la Corte de Apelaciones resolvería liberarnos. En éste periodo de discusiones políticas e ideas sobre cómo enfrentar el juicio desde posiciones anarquistas-revolucionarias, yo, en determinación del curso de los eventos, hice frente a esta pregunta posicionada en las separaciones con las opciones que considero inaplicables a un determinado principio. Comprender las razones del caso requiere más que una premisa.
Para una futura discusión sobre las cuestiones políticas y no sobre nuestras decisiones personales, estoy abierto a cualquier comparación: CaracoKaos[arroba]krutt.org
Una ruptura de las infinitas posibilidades.
En el juicio del 10 de octubre, cuando seré encausado por posesión y porte público de material explosivo, clarificaré mi posición, sólo para no dar un malentendido a los lectores:
A partir de ahora, mi opción es continuar en un camino individual. Básicamente, la razón viene de la incongruencia en afirmar una propuesta revolucionaria y entonces hacer uso de triquiñuelas burocráticas que restablecen –en una “yuxtaposición” de los hechos vividos- una “comparación” entre acusadx y acusador/a.
“La mentira es la verdad que se recuerda a ella misma cómo venir al mundo, máscara de la máscara, desde el otro lado de la masa, incluso una máscara”
(Fragmento de “Un sordomudo en apnea”, P. Porcu)
Usar una máscara (una inocente defensa), y entonces proponer un político y existencial ataque, al final es para mí establecer una “mentira”.
Usar un/a abogadx para determinar lo correcto/incorrecto, tratando de minimizar lo vivo de mí mismo y mis opciones –que van al choque-, es incompatible con lo que yo elegí en mi sendero de “impetuoso radicalismo”. La incompatibilidad consiste en el rechazo de un rol –el de “acusadx”- y luego reconstruirse y convertirse en “defensor” y tomar ventaja de las leyes del Estado en términos de una “certeza” de castigo:
“No rendirse ante el chantaje cuando estamos presxs es y debe ser la clave para continuar, a pesar de los límites físicos de nuestro encarcelamiento, un camino revolucionario”.
(Negar cada arrepentimiento[1]).
En esto hay una cancelación de la voluntad y actos propios.
En mi camino de romper con el “mundo de afuera” –erigida por un grueso empate de las reglas de subordinación al rol del humano autómata- yo no permito que nadie, excepto mi propia voluntad, decida por mí, y por esto rechazo a priori asistir al juicio y someterme a algún interrogado.
Rechazo cualquier intromisión de algún expertx (en eso consiste la incompatibilidad de ser defendido). Además, al rechazar a priori el no someterme a ningún derecho ni deber dictados por una corte, mi decisión es la supresión de abogadxs. En esta “ruptura” dada por el ataque, las experiencias de la revuelta son un sinfín de posibilidades dentro de las opciones que son implementadas y, siendo un anarquista revolucionario, son una expresión de mí mismo.
“Actuar significa dotarse con una subjetividad inherente de potencial ofensivo”.
Federico Buono
[1]: Texto escrito por Mattia y Fede, publicado en el blog de Culmine en inglés bajo el nombre “deny-every-repentance” (Nota de la traducción).
--LEER MAS
http://amotinadxs.blogspot.com/2011/11/una-ruptura-de-las-infinitas.html
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