venerdì 11 novembre 2011

Un policía secreto admite que estaba vigilando a luchadores contra los peajes


No nos sorprendió la noticia. No teníamos falsas ilusiones del papel de la Policía. Sin embargo, vale la pena registrar y difundir la noticia la aceptación, por escrito, de la vigilancia de unos ciudadanos por las fuerzas represivas, con el fin de ficharlos y a continuación chantajearlos, silenciar la lucha contra el totalitarismo, reprimir la resistencia a los tributos que se nos han impuesto, haciéndonos la vida imposible. Además de esto, intimidar a la sociedad. Más abajo contamos la historia y a continuación exponemos brevemente unas reflexiones sobre el papel de todos los agentes del Poder que participan en este juego sucio.

Las fuerzas de «Seguridad» de la ciudad de Volos reconocen y admiten que estaban vigilando a miembros de la colectividad “No pagamos su crisis”. Uno de los maderos que había sido ordenado a vigilar a estas personas, testificó bajo juramento que el día 9 de enero, jornada de acción nacional contra los peajes, se fue a los peajes de Mosjojori, “con tal de llevar a cabo una búsqueda ordenada por sus superiores e identificar a unas personas entre los manifestantes”. Su testificación no ha sido desmentida por sus superiores. Se trata de un sujeto llamado Vasilis Ikonomu, quien se ha dedicado, personalmente o con su bandilla, a la vigilancia y el fichaje de luchadores sociales en Volos y en otras ciudades.

Dicho madero, actuando de policía secreto, contó unos 60 manifestantes, mientras que el propio Director General De la Autopista había contado unos 100. Entre los manifestantes sostiene que reconoció a tres personas. También, el mismo madero tan inteligente, no pudo registrar y anotar correctamente los lemas de las pancartas desplegadas. Más bien, registró algo que nunca vio pero debería figurar entre los lemas: “Que se eliminen ya todos los peajes”.

La testificación de un madero, peón de las fuerzas represivas, demuestra una vez más que los terroristas de las llamadas fuerzas de «Seguridad» velan por la seguridad de los intereses de la clase pudiente, de los patrones, los banqueros, los contratistas, los capitalistas.

En el caso de los peajes, en cada movilización o acción contra los peajes, la Policía registra los números de matrícula de los coches de la gente que participa en ellas, para escoger luego a unos de ellos y llamarlos a testificar en las comisarías. Pura dictadura. La última ley ha convertido la negativa a pagar los altísimos peajes, en una infracción del Código de Circulación. El terrorismo queda completado con demandas, amenazas de confiscación de casas, y desde luego con los perros del Régimen, la Policía de Tráfico, que detiene los vehículos que han pasado por los peajes sin pagar, unos kilómetros más lejos de ellos, para cargar a sus conductores con la violación de la mitad de las cláusulas del Código de Circulación.

Todas estas escorias están obrando en común. Los directores de la empresa que tiene a su cargo los peajes de un tramo de la autopista, pidieron la protección de la Policía para poder forrarse más tranquilos, cobrando peajes penosos al pueblo, que ya no se atreve a irse al pueblo de fin de semana, con tantos peajes sembrados por las autopistas, las autovías y hasta las carreteras nacionales de un solo carril por sentido.

Las grandes empresas constructoras y los consorcios que nos están chupando la sangre en las carreteras, se han hecho con la explotación de ellas, invirtiendo una mínima parte del capital que se les ha solicitado, cogiendo un préstamo para el resto del capital (a veces para todo el capital) y nunca únicamente con fondos propios. El resto del dinero lo está pagando y lo seguirá pagando el pueblo griego, con un interés altísimo. Además, estará pagando los enormes beneficios de estos consorcios, durante décadas o incluso siglos. El Estado cobra y a la vez aterroriza y reprime a los que resisten a este robo despiadado y descarado del pueblo griego.

Los banqueros y todos los burócratas y otros parásitos que los rodean están muy metidos en este juego sucio, pese a que esto no es claro a primera vista. Son los que financian las obras, si es que se hacen obras…Son los que conceden préstamos a los varios contratistas, los que luego cobran los altísimos intereses al pueblo que se llama a pagar estos préstamos. Son los que se benefician de las confiscaciones. Son los eslabones entre la autoridad política y económica. Ellos constituyen la élite más podrida y asquerosa.

La llamada “Justicia” aprueba cualquier ley que se dirija contra los que resisten al Régimen, poniéndoles a la vez multas, sanciones y aplicando todo tipo de medida que les pudiera exterminar económicamente o de otra manera.

Los políticos, son los que conceden la explotación de las carreteras a los contratistas y en general al Capital privado. Ellos se encargan de montar la legislación adecuada así que el Capital pueda hacer lo que le da la gana. Se encargan de preparar y aprobar aquellas leyes que intimiden o repriman al pueblo, así que él siga sometido y obediente, y en el caso de los peajes, siga pagando este tributo absurdo al Capital y al Estado.

Los varios cuerpos de las fuerzas de represión, policías estatales y privados, son los perros del Régimen, los bravucones más odiosos de este podrido sistema. En concordancia con sus amos y a veces junto con ellos, amenazan, chantajean, reprimen, vigilan. Llevan a cabo el trabajo sucio de un negocio igual de sucio.

Los medios de desinformación y manipulación masivas, con su constante propaganda y lavado de cerebro, son los que preparan el terreno así que la sociedad quede convencida de que debe pagar los peajes, por el bien común. Son los que difaman descaradamente a los que resisten colectivamente a este tributo, a los que se niegan a pagarlo e incitan a la desobediencia, para que recuperemos lo que nos van robando día tras día. En Grecia, muchos de los dueños de los canales televisivos, las emisoras de radio y los periódicos, están a la vez involucrados en el robo de la gente a través de los peajes.

Los empleados de estas empresas no son del todo inocentes. Muchos de ellos apoyan los intereses de sus patrones, a veces con más fervor que ellos. Han asimilado la propaganda de ellos, aguardando unas migas a cambio de sus servicios.

Son muy certeros los lemas con los que concluye el comunicado del Comité de Lucha de Tesalia “No pagamos su crisis”:

¡Qué se vayan todos!

Por una sociedad sin explotación, servicios ordenados y vidas quebradas.

Para la redacción de este texto se usaron datos del comunicado del Comité de Lucha de Tesalia “No pagamos su crisis”. La fuente aquí.

http://denplirono-anatropi.blogspot.com/2011/11/blog-post_09.html

http://verba-volant.info/es/un-policia-secreto-admite-que-estaba-vigilando-a-luchadores-contra-los-peajes/#more-1537

Nessun commento:

Posta un commento