venerdì 17 giugno 2011

[Panfletos] Textos sobre la actual revuelta estudiantil + Algunas notas y alcances sobre lo ocurrido hoy


Durante la marcha del día de hoy nos llego a nuestras manos un panfleto redactado por unas minorías revolucionarias y que a continuación reproducimos íntegramente, pues concordamos con ello y nos sumamos a sus críticas.

Al final de estas notas colgaremos el panfleto.

Pero nos gustaría complementar dicho panfleto con algunas reflexiones realizadas al calor de los disturbios y que también tienen relación con otro panfleto que nos enviaron como colaboración (y aunque no lo vimos hoy circular por la marcha, es de esperar que si haya tenido una difusión impresa) y que también agregaremos al final de todo este entuerto.

Pero comencemos. Queremos dejar algo en claro desde ya: Somos, antes de cualquier etiqueta o estrato social al cual nos imponen identificarnos y en oposición a ellos, Proletarios.

El conflicto de la educación es estructural al sistema de dominación. No estamos ante algo que se separo y que se rige por sus leyes propias. Corresponde exclusivamente al tipo de generación de ciencia, tecnología y cultura que el Estado/Capital necesita para administrar la sociedad que le da base de justificación y que lo sostiene. Por ello las piezas de la educación se mueven, y ESTUPIDOS ESTUDIANTES ENTIENDANLO BIEN, y se seguirán moviendo dentro de la circulación de mercancías, siempre que exista capitalismo. No tenemos reparos en señalar lo siguiente: el estudiante no es mas que el nuevo aceite que hará hacer funcionar mejor la maquinaria. Esta llamado a adquirir los conocimientos que el Estado/Capital requiere para que todo siga en la normalidad. Estúpidos estudiantes, entiéndanlo: son rebaño mercantil y nada mas. Viven en una etapa transitoria de la sociedad, esperando conseguir sus maravillosos estudios y comenzar a ganar el dinerillo prometido para su comodidad, normalidad, tranquilidad, esperando que el sueño americano llegue producto del esfuerzo de toda su vida.

La lucha por la educación no existe, es una ilusión de la democracia (principal arma de hoy en día con la que cuenta el espectáculo para ocultar su naturaleza y la fragmentación a la cual nos ha sometido). La lucha es de clases y por tanto, total contra el Estado, el Capital, la Policía, sindicatos, organizaciones estudiantiles y todo el mundo burgués.

Las tomas y paros que se están sucediendo en estos momentos y que van en aumento solo serán efectivas en cuanto logren romper el cerco de la cultura del espectáculo y salgan del dominio del orden, para pasar a ser centros de auto reconocimiento y se complementen con la asistencia de otros proletarios de distintos sectores organizando allí mismo los talleres que son necesarios para develar la autoconciencia necesaria para impulsar el movimiento real que anule el estado de orden existente. Si solo, dichas tomas y paros, sirven para que los miserables estudiantes se dediquen a carretear, a tomar, a tener sexo o a drogarse, es mejor que dejemos hoy mismo todo tirado y vayamos a bailar al ritmo de Yingo.

Ya va siendo hora de que nos decidamos a lanzarnos a una confrontación cada vez más entusiasta, creativa y radical contra todo este mundo ajeno.

También quisiéramos señalar algunas notas que nos parecen importantes:

El universitario por excelencia es el estudiante más imbécil, aletargado y socialdemócrata que existe.

El universitario sueña con que sus diálogos, con sus propios amos, puedan llegar a alguna victoria real. Nos referimos por real con una revolución que nos devuelva el control sobre nuestras vidas.

El universitario es solo un parasito dentro de los estudiantes que cambia de color y apunta hacia donde calienta el sol cuando más le conviene, y no tiene en reparos en dejar botado a las generaciones de la educación secundaria.

Y sobre esto mismo es nuestra última reflexión: las nuevas generaciones son las que tienen el poder de llevar adelante hasta las últimas consecuencias el movimiento. Los universitarios solo saben jugar en el tablero de ajedrez que el gobierno les regala. Los secundarios, aquella fuerza indomable, solo tienen que decidirse a tomar la iniciativa y no dejarse engañar por nadie, que no acepten que los vendan. Acá no hay sectorizaciones, nos referimos a quienes escribimos esto. No tenemos que dividirnos en calificaciones sociológicas, debemos asumir una única lucha que es total. Por ello, toda la violencia que sea ejercida por nosotros, por ustedes; proletarios todos, es necesaria para afianzar teoría/practica e impulsar el PODEMOS HACER LAS COSAS POR NOSOTROS MISMOS. Esa es la mejor y mayor lección de los disturbios que pasaron hoy. Todo ese reformismo, que satisfactoriamente muchos jóvenes ya no están tomando en cuenta, debe develarles a ellos mismos lo que se nos oculta siempre. La historia nos demuestra que marchar detrás de quienes dicen representarnos es ahorcarnos.

A continuacion el primer panfleto titulado ironicamente Queremos Educacion Gratis.

DESCARGA
http://hommodolars.org/web/IMG/doc/Queremos_educacion_gratuita.doc

Este es un pequeño relato que un asistente no pasivo de la marcha de hoy nos envió al email, solo firma como “un proletario incontrolado que estuvo allí y nadie le conto nada”.

“Hoy me di cuenta de cómo nos han separado. Los universitarios insistían en decir que los “sopaipas” se fueran, que dejaran de romper, de destruir, que dejaran de hacer que los medios hablaran mal de sus movilizaciones. La rabia me inundo. Al menos esos “sopaipas”, como despectivamente los llamaron, tenían claro quién era su enemigo: la policía, que es el fiel guardián de la normalidad capitalista y todo el mundo burgués que los obligan a desear. Y me uní a ellos, y comenzamos. “Compañeros ¿no tienen piedras? Compartamos esta que tengo, déjenme dividirla”, les dije. “Gracias hermano. Vamos cabros”, me contestaron. Y fuimos a darle a la puta policía. Este mundo no nos pertenece en nada, y ellos, instintivamente, lo saben. Yo lo sabía. Por algo estaba ahí, y no en los bailecitos y fiestitas, canticos e himnos de los tontitos de los dirigentes estudiantiles, que a viva voz se hacían los portadores de nuestra representatividad. Ellos, el lumpenproletariado, también lo sabían, y prefería evidenciar la lucha de clases que existe todos los días. Y para ello se armo y se lanzo, como tantos otros lo hicimos.

Pero los estudiantes, no todos, pero una gran mayoría, estaban pidiendo volver a la normalidad, que volviéramos a la marcha, que no nos dejáramos provocar. ¿Provocar? Nosotros estábamos provocando. Estamos hartos de todos y queremos que el conflicto sea cruelmente palpable, que a nadie deje ajeno, que se remuevan todas las mentes. “Ustedes son los tontitos que se infiltran y nos dejan a todos mal parados, a todos los que queremos construir una verdadera democracia”, me dijeron unos universitarios, muy en la onda de la la chile o la católica. “¿Democracia? Yo jamás he pedido democracia, esa es tu ilusión. El enemigo está ahí, delante de nosotros, es el Estado, el Capital, la policía y toda esta propiedad, a ellos no les debemos nada y tenemos que quemarlos, no somos un rebaño de putos ciudadanos como ustedes, tenemos que quemar esta republica”, les conteste. Las caras de desprecio acaecieron sobre los que tímidamente asintieron. Pero ya no nos importan. Sabemos que somos; proletarios, sabemos lo que no somos; rebaño.”

Este es el segundo panfleto y se llama "Para salir del rebaño hay que levantar la cabeza y destruir el corral. A radicalizar la protesta social contra todo lo que nos impide ser libres."

DESCARGA
http://hommodolars.org/web/IMG/pdf/download.pdf

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