venerdì 3 giugno 2011

es/en Carta para Luciano (el tortu) desde Mexico, x anonimx


Nota de VLA: La imagen habla por un tipo de tortuga en especial, las tortugas negras, las cuales estan en peligro de extinción, nos parecio una forma linda de saludar al compañero y tambien porque en el mail enviado por un/a anonimo/a desde mexico cita a las tortugas… a continución la carta

1 de junio: Lo supe hoy en la mañana. Fue como si alguien muy queridx, unx amigx, unx hermanx le hubiera pasado. El pecho me pesaba, un nudo se quedo en mi garganta y una desesperación por saber más detalles se apodero de mí. No es nada raro que me ocurra esto, porque aunque no te haya conocido, nunca te haya tratado o nunca me imagine que existieras, lo siento como si hubiera tenido un vínculo muy fuerte contigo. Lo primero que supe es que la explosión había dañado tu cuerpo y tus carnes volaron por los cielos contaminados por esta megamaquina de acero y concreto. La calle se salpico de tu sangre, roja y espesa, aquella sangre que hervía por recobrar lo salvaje. El kilo de pólvora negra prendió tus ropas y tu piel se confundió con el fuego, tus ojos se segaron momentáneamente, y lo sorpréndete fue que aguantaste todo eso, cuando llegaron los paramédicos estaban aun consiente, preferiste el dolor que sabias que atraería consigo una acción así, que el fácil hedonismo de la civilización. Esa onda expansiva que muchos cuerpos frágiles no hubieran aguantado, la resistió tu cuerpo. Me entere que te dicen tortuga, porque? No lo se, quizás porque tienes una coraza tan fuerte que ni el mas duro golpe la puede romper? No se. Lo que si se es que me duele y me pesa lo que te aconteció, si le hubiera pasado a unx guerrillerx marxista durante una acción político-militar o unx hooligan europex de esxs que ponen bombas en cedes de equipos contrarios, no me hubiera interesado en lo mas mínimo, pero fuiste tú, unx de lxs mixs, un afín, un completo desconocido pero que apostaba por el sabotaje contra los engranes de esta monstruosa maquina, un guerrero por la Tierra, un locx parecido a mi y a mi mas cercano circulo de afines, un informal, un insurrecto y sobre todo, un individuo. Rechazaste la tecnología, te enfrentaste a esta realidad impuesta como mejor lo sabias hacer, elegiste arriesgarte a perderlo todo, absolutamente todo, no hiciste caso a las falsas acusaciones de aquellxs que se ocultan siempre bajo una consigna vacía sin dar la cara al problema real. Trascendiste en tus pensamientos, no te quedaste en la típica crítica contra la familia, el estado, la religión y el capital, vislumbraste el verdadero problema, la civilización y el sistema tecnoindustrial, en suma, el complejo sistema de dominación. Ahora estas vivo pero inconsciente, una maquina regula tus pulsaciones, lo que seguramente no hubieras querido jamás: depender de una maldita maquina para vivir. Las noticias se llenaron de morbosas declaraciones sobre tu accidente, fotografías se difundían de tu cuerpo tirado, de tus ojos que parecían que lloraban sangre, muchxs se alegraban, la sociedad te maldecía, otrxs mas llorábamos o aguantábamos las lagrimas, lxs religiosxs oraban para que siguieras vivo, pero yo pregunto, para que? Con las repercusiones que tuvieron las heridas en tu cuerpo, mejor es que regreses a la Tierra. No deseo que te recuperes, que salgas del hospital, porque aunque se oiga duro y muchxs habrán que me critiquen es lo que siento, lo que mas deseo y anhelo es que regreses a la Tierra, que la alimentes con tu cuerpo, que la nutras y que cumplas la función del ciclo natural de la vida en lo que seguramente también creías. De todas maneras jamás podrán arrancar el recuerdo de tu sonrisa a tus cercanxs. Que te podría esperar si te “recuperas”? Aparte del dolor físico, el otro dolor de ver a tu familia destrozada, saber que tus amigxs están profugxs, te esperaría mas tortura por la policía, interrogatorios, demandas judiciales y un largo etcétera, porque aunque se muy bien que todo esto un día te lo pusiste en mente, seguro que no lo querrás ver ni sentir ahora. Las consecuencias son estas y tú te las pusiste enfrente, esa ultima noche que llevabas en ese bolso el explosivo, tomaste las consecuencias de tus actos a un grado muy alto, que seguro muchxs se arrepentirían. Cuando te dirigías a aquel banco, quizás tranquila, disimulada o nerviosamente, pudiste haber estado pensando en mil cosas o en ninguna, concentrarte en dejar el explosivo y huir del lugar. La decisión estaba tomada, el sistema eléctrico fallo y ahora te escribo esto Luciano, se que no lo vas a leer y ojala no lo hagas, pues la finalidad de este escrito no es firmar con un “que te recuperes”, esto es para afirmar tu postura, recordarnos entre nosotrxs mismxs que somos lxs que hemos marcado la diferencia, hemos hecho historia con el camino marcado por nosotrxs mismxs. Así como las tortugas que viven cientos de años, tu recuerdo vivirá para siempre, dalo por hecho…

Mucha fuerza para lxs afines de Luciano desde México.

Anonimx


Letter for Luciano (el tortu) from Mexico, x anonimx

from vivalaanarquia, translated by war on society:

1st of June: I found out about it this morning. It was as if a loved one, a friend, a brother or sister had passed. My chest weighed heavy upon me, a lump stuck in my throat and a desperation to know more details hovered over me. It is nothing uncommon for this to happen to me, because although I have not met you, I have never had dealings with you or ever imagined that you exist, I feel as though I have had a very strong bond with you. The first that I learn is that the explosion had wounded your body and your flesh flew through the skies contaminated by this megamachine of steel and concrete. The street was splattered in your blood, red and thick, that blood that burned to recover the wild. The kilo of black powder ignited your clothes and your skin confused itself with the fire, your eyes were instantly reaped, and what surprised you was that you withstood all of that; when the paramedics arrived you were still conscious, you preferred the pain that you know that such an action brings with it, rather than the easy hedonism of civilization. That shock wave that many fragile bodies could not have stood, your body resisted. I am told that they call you tortuga [turtle]; why? I don’t know, perhaps because you have a shell so strong that not even the strongest blow can break? I don’t know. What I know is that what happened to you pains me and weighs on me; if it had happened to a Marxist guerrilla during a political-military action or one of the European hooligans who place bombs in the territories of the opposing sports teams, it would not have interested me in the least, but it was you, one of mine, an affinity*, a complete unknown but one who bet on sabotage against the gears of this monstrous machine, a warrior for the Earth, a crazy like me and like my close circle of affinities, an informal, an insurgent, and above all an individual. You rejected technology, you confronted this imposed reality as best you knew how, you decided to risk losing everything, absolutely everything, you did not pay heed to the false accusations of those who hide themselves always under an empty slogan without turning their face to the real problem. You transcended in your thoughts, you did not remain in the typical criticism of the family, the state, religion and capital, you discerned the true problem: civilization and the techno-industrial system, in sum, the complete system of domination.

Now you are alive but unconscious; a machine regulates your pulse, which you surely would not have ever wanted: to depend on a fucking machine in order to live. The news is filled with lurid statements about your accident, photographs were broadcast of your worn-out body, of your eyes that appeared to be crying blood, many were happy, society cursed you, others cried or held back tears, the religious prayed for you to stay alive, but, I ask, for what? With the repercussions that the wounds had on your body, it is better that you return to the Earth. I do not desire that you recover, that you leave the hospital, because although it is hard to hear and many will criticize me, it is what I feel, what I most desire and long for is that you return to the Earth, that you feed it with your body, that you nurture it and that you fulfill the function of the natural circle of life in which you surely also believed. By any means, they can never uproot the memory of your smile from those close to you. What could you expect if you “recover”? Apart from the physical pain, the other pain of seeing your family destroyed, knowing that your friends are fugitives, you can expect more torture by the police, interrogations, judicial demands and a grand etcetera, because although I know well that one day you will bring all this to mind, it is sure that you will not want to see nor feel it now. The consequences are these and you placed them against you, that last night when you carried in that bag the explosive, you took the consequences of your actions to a very high degree, that surely many would repent. When you steered to that bank, perhaps tranquil, reservedly, or nervously, you could have been thinking of a thousand things or of none, concentrating on leaving the explosive and fleeing the scene. The decision was made, the electrical system failed and now I write to you Luciano; I know that you are not going to read it and I hope that you do not, since the finality of this letter is not to sign with a “may you recover,” this is to affirm your position, to remind us among ourselves that we are those who have marked the difference, we have made history with the path that we ourselves marked.

And so like the turtles that live hundreds of years, your memory will live for ever, consider it done…

Much strength to Luciano’s affinities, from Mexico.

Anonimx

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