mercoledì 4 gennaio 2012

Hormigas incansables.


Luego de un año entero de trabajo, estudio, etc., esperamos que llegue el verano para poder descansar en todos los sentidos. No solo físicamente sino también mentalmente. Relajarnos, olvidar las preocupaciones en una silla plegable mientras el sol nos baña, y de tanto en tanto meternos al mar o río o arroyo para que nos refresque un poco. Qué linda imagen. Más allá de eso que es algo que todos de alguna forma compartimos, queremos insistir en un punto fundamental. Hay cosas que no se pueden dejar de lado, que no se deberían dejar de lado.
Los/las políticos/instituciones/leyes/acuerdos turbios/manejos raros/etc. con los/las cuales estamos enfrentados en esta lucha no se van a tomar ningún descanso, es más, están esperando ávidamente estos momentos de apatía para ganar terreno (en el sentido más amplio). Por eso, a pesar de que nos merezcamos un tiempo de descanso para renovar fuerzas, no nos podemos distraer. Tenemos que seguir pensando en actividades. Escribamos textos, ampliemos la información sobre el tema, tratemos de contactar con algún colectivo afín en el balneario en el que nos encontremos, hablemos con la gente que nos rodea, sigamos haciendo lo que sentimos que tenemos que hacer. No debemos perder ese “machacar constante” tan importante en esta lucha.
Más allá de estas épocas de festejos para algunos, en los que parece que todo está bien, que todo el mundo se quiere y anda feliz por la vida, que anda por ahí un barbudo siniestro inventado para que la gente siga consumiendo y consumiendo; más allá del sol, del agua, del campamento, de lo que sea que hagamos para descansar un rato, no olvidemos que nos encontramos en una etapa crítica del conflicto. Que tenemos que seguir siendo cada vez más consecuentes con nuestras ideas generando acciones que las acompañen. No nos quedemos quietos. Sigamos con ese movimiento contínuo contra las cosas que sentimos que nos están cagando la vida y nuestra tierra, que a fin de cuentas es lo mismo. Aunque nosotros descansemos, no debemos dejar descansar la lucha.
La cigarra descansaba en verano, cantaba y bailaba. Mas cuando llegaban los momentos cruciales se lamentaba por su actitud en el pasado. Compañeros, no seamos cigarras. Seamos hormigas incansables en nuestra lucha. Fuertes, unidos, con un objetivo en común.

¡Fuera Aratirí y todos los proyectos del capital!


http://accionsinfronteras.wordpress.com/

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