sabato 7 gennaio 2012

Carta de Malatesta a Fabbri (sobre los bolcheviques y la dictadura del proletariado)


Errico Malatesta

ver:

- (Folleto) En el café. Errico Malatesta
http://www.hommodolars.org/web/spip.php?article2941

Errico Malatesta y la violencia revolucionaria
http://www.hommodolars.org/web/spip.php?article3438


Carta de Malatesta a Fabbri (sobre los bolcheviques y la dictadura del proletariado)

sacado de por ahí....

Nota del arrogante de H: el momento de la Dictadura del Proletariado suele ser concebido, casi por regla general, como “control total del Estado”. Si bien la obra de Marx puede llevar a confusiones, es importante comprender la cuestión más allá de sus significados inmediatos y coyunturales. Algunos panfletos firmados con la consigna "Dictadura (Antiestatal) del Proletariado" no ahondan en explicar y diferenciar la creencia común sobre la misma, pero manifiestan que la idea de una dictadura que no tenga que ver con el Estado, y si con la clase, es manejada en diversos círculos. En efecto, el sentido de una Dictadura Proletaria excede los limites de la imaginación de los socialdemócratas y burgueses; y también no pocos anarquistas, pues se quedan preferentemente con la forma y no con el contenido, es decir, se dejan persuadir por palabras o lo pomposo del titulo, y con ello se ciegan ante el fondo del asunto. La Dictadura del Proletariado no es ninguna institución, ni gobierno dirigido por una minoría revolucionaria, vanguardia o partido. Todo lo contrario. Es un proceso, una situación, un momento de la revolución, que es cuando se necesita centralizar todos los esfuerzos para asestar los golpes más duros, más directos a la burguesía y la socialdemocracia, para que no puedan levantar cabeza y destruyan la obra de la revolución (obra inconclusa si no es ejercida esta dictadura social). Y estos golpes o ataques no son sino que la destrucción mas amplia y profunda de las relaciones capitalistas y el surgimiento de relaciones dinámicas anárquicas.

Pero esta dictadura despótica (despotismo de las necesidades humanas) no surge para ocupar los espacios vacíos que el desmantelamiento del Estado, ante una situación de insurrección generalizada, va dejando. Antagónico a el, el proletariado crea sus instancias para dotarse de mayor fuerza y eficacia, por ello no ocupa al Estado, sino, que lo destruye extensamente. Donde nace la Dictadura del Proletariado, muere el Estado. Dicho de otro modo, ese momento es intensamente Antiestatal. Explayarnos mas sobre este trascendental tema quitaría relevancia a la carta que exponemos mas abajo, ya encontraremos la instancia donde expresar nuestra postura frente a la Dictadura (Antiestatal) del Proletariado. Por ahora nos quedamos con la siguiente carta pues, es interesante y para nosotros grafica lo que entendemos y creemos se refiere la dictadura del proletariado....no dictadura del estado, sino poder del Proletariado contra toda relación e institución de la burguesía.
Carta de Malatesta a Fabbri (sobre los bolcheviques y la dictadura del proletariado)

Londres, 30 de julio de 1919.

Queridísimo Fabbri:

Sobre la cuestión que tanto te preocupa, la de la dictadura del proletariado, me parece que estamos básicamente de acuerdo.

Se me ocurre pensar que sobre este asunto la opinión de los anarquistas no puede ser dudosa y la verdad es que antes de la revolución bolchevique nadie dudaba. Anarquía significa no gobierno, y por lo tanto con mayor razón no dictadura, que es el gobierno absoluto sin control y sin límites constitucionales.

Pero, cuando estalló la revolución bolchevique, algunos amigos nuestros confundieron lo que era revolución contra el gobierno precedente con lo que era un nuevo gobierno que venía a imponerse a la revolución para frenarla y dirigirla a los fines particulares de un partido, y casi casi se declararon bolcheviques ellos mismos.

Ahora bien, los bolcheviques son simplemente marxistas, que han permanecido honestos. y consecuentemente marxistas, a diferencia de sus maestros y modelos, los Guesde, los Plejanov, los Hyndmann, los Scheidemann, los Noske, etc., etc., que han tenido el fin que tú sabes. Nosotros respetamos su sinceridad, admiramos su energía, pero como no hemos estado nunca de acuerdo con ellos en el terreno teórico, no sabríamos solidarizarnos con ellos cuando de la teoría se pasa a la práctica.

Quizá la verdad sea simplemente esta: que nuestros amigos bolchevizantes con la expresión dictadura del proletariado entienden simplemente el hecho revolucionario de los trabajadores que toman posesión de la tierra y de los instrumentos del trabajo, y tratan de constituir una sociedad y organizar un género de vida en el que no haya sitio para una clase que explote y oprima a los productores.

Entendida así, la dictadura del proletariado sería el poder efectivo de todos los trabajadores dirigido a la destrucción de la sociedad capitalista, y se convertiría en anarquía apenas cesara la resistencia reaccionaria y nadie más pretendiera obligar con la fuerza a las masas a obedecer y trabajar para otros. Y entonces nuestro desacuerdo no sería más que una cuestión de palabras. Dictadura del proletariado significaría dictadura de todos, es decir, no sería ya dictadura, como gobierno de todos no es ya gobierno, en el sentido autoritario, histórico y práctico de la palabra. Pero los verdaderos partidarios de la dictadura del proletariado no lo entienden así y esto lo hacen ver perfectamente en Rusia. El proletariado naturalmente interviene en ella como lo hace el pueblo en los regímenes democráticos, es decir, simplemente para esconder la esencia real de las cosas. En realidad se trata de la dictadura de un partido, o más bien de los jefes de un partido; y es una dictadura verdadera y propia, con sus decretos, con sus sanciones penales, con sus agentes ejecutivos, y sobre todo con su fuerza armada, que sirve hoy para defender la revolución de sus enemigos externos, pero que servirá mañana para imponer a los trabajadores la voluntad de los dictadores, detener la revolución, consolidar los nuevo intereses que se han ido constituyendo y defender contra las masas a una nueva clase privilegiada.

También el general Bonaparte sirvió para defender la Revolución francesa contra la reacción europea, pero al defenderla la ahogó. Lenin, Trotski y sus compañeros son seguramente revolucionarios sinceros, de la forma que ellos entienden la revolución, y no traicionarán; pero preparan los cuadros gubernamentales que servirán a los que vengan después para aprovecharse de la revolución y asesinarla. Ellos serán las primeras víctimas de su método y con ellos, me temo, caerá la revolución. La historia que se repite: mutatis mutandis, la dictadura de Robespierre lleva a Robespierre a la guillotina y prepara el camino a Napoleón.

Estas son mis ideas generales sobre los asuntos de Rusia. En cuanto a los detalles, las noticias que tenemos son todavía demasiado variadas y contradictorias para poder arriesgar un juicio. Puede suceder también que muchas cosas que nos parecen malas sean el fruto de la situación y que en las circunstancias especiales de Rusia no hubiera sido posible obrar de modo diferente a como se hizo. Es mejor esperar, sobre todo porque lo que nosotros digamos no puede tener influencia alguna sobre el desarrollo de los sucesos en Rusia, y en cambio podría ser mal interpretado en Italia y dar a entender que nos hacemos eco de las calumnias interesadas de la reacción.

Lo importante es lo que nosotros debemos hacer; pero permanezcamos siempre firmes, yo estoy lejos y en la imposibilidad de cumplir mi tarea…

http://www.hommodolars.org/web/spip.php?article4365

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